De la vara de madera al vareador eléctrico: la tecnología revoluciona la recogida de la aceituna
La falta de mano de obra y la búsqueda de eficiencia impulsan una transformación en las herramientas que definen el futuro de uno de los sectores clave de España

Entrevista olivos
Zaragoza - Publicado el
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España se consolida como el mayor productor de aceituna del mundo, un sector de vital importancia no solo en feudos tradicionales como Andalucía, sino también en regiones como Aragón, y concretamente en la provincia de Teruel. En plena campaña de recolección, que ha comenzado hace apenas unas semanas, la conversación sobre las herramientas utilizadas cobra especial relevancia. La evolución de estos utensilios, según explica Pablo Lodeiro, de la empresa Bellota Herramientas, refleja una profunda transformación impulsada por la necesidad de eficiencia y la adaptación a nuevos desafíos, como la escasez de personal en el campo. Este cambio tecnológico no solo redefine la productividad, sino también el futuro de las explotaciones más tradicionales.
El salto de la madera a la fibra en la recolección de la aceituna
La imagen clásica de la recogida de la aceituna ha estado durante generaciones asociada a las varas de madera, ramas que los agricultores usaban para golpear el olivo y hacer caer el fruto. Este método, aunque icónico y profundamente arraigado en la cultura agraria, suponía un enorme esfuerzo físico para los trabajadores. Las jornadas, que se extienden desde el amanecer hasta el atardecer, exigían una resistencia que el peso y la rudeza de la madera ponían a prueba constantemente, afectando al rendimiento y al bienestar del jornalero.
El primer gran avance en este ámbito llegó con la sustitución de la madera por la fibra de vidrio. El principal objetivo de esta innovación, como señala Lodeiro, era la ligereza de la herramienta. “Reducir el peso es una de las tareas importantes que tenemos en las herramientas”, subraya el experto, poniendo el foco en que un agricultor no trabaja una o dos horas, sino una jornada laboral completa. Un menor peso se traduce directamente en menos fatiga acumulada y, por consiguiente, en un mayor rendimiento y productividad a lo largo de la campaña. Esta mejora aparentemente sencilla representó un cambio sustancial en las condiciones de trabajo en el olivar.
La revolución del vareador eléctrico en el sector olivarero
Actualmente, incluso las varas de fibra de vidrio están dando paso a una tecnología mucho más avanzada: los vareadores eléctricos. Estas máquinas, que en Bellota Herramientas han evolucionado hacia modelos de batería por su menor peso y sostenibilidad, están cambiando las reglas del juego. Según describe Lodeiro, consisten en una pértiga que termina en una especie de peine o tenedor con dientes de fibra de carbono que se mueven a gran velocidad. Este movimiento vibratorio, controlado y preciso, hace que la aceituna se desprenda de la rama de forma rápida y eficiente, optimizando el proceso y, muy importante, sin dañar las ramas del árbol, lo que asegura las cosechas futuras.

Aceite de oliva, un producto clave en el campo aragonés
La adopción de estas máquinas “agiliza mucho el trabajo”, una ventaja crucial en el contexto actual. El sector agrícola se enfrenta a un desafío mayúsculo que Lodeiro resume de forma contundente.
Hoy en día el campo tiene una gran problemática de mano de obra"
Bellota Herramientas
La mecanización que ofrecen los vareadores eléctricos permite que un solo operario pueda recolectar una cantidad de aceitunas mucho mayor en menos tiempo, multiplicando su efectividad. Esta solución es, además, especialmente valiosa en plantaciones tradicionales. En muchos olivares antiguos, la disposición de los árboles, la orografía del terreno o los marcos de plantación impiden el uso de maquinaria pesada como los grandes vibradores acoplados a tractores. En estos escenarios, el vareador manual eléctrico se convierte en el aliado perfecto para mantener la explotación.
El poder hacer que una máquina le dé más rendimiento a ese agricultor es algo muy positivo"
Bellota Herramientas
Tecnología con impacto social: 'Apadrina un Olivo'
La implicación de empresas como Bellota Herramientas a menudo va más allá del desarrollo de productos. Un claro ejemplo es su colaboración, desde el año 2014, con la fundación 'Apadrina un Olivo'. Este proyecto, con un profundo impacto social y medioambiental, nació en Oliete (Teruel), una de las muchas localidades aragonesas afectadas por el grave problema de la despoblación. La iniciativa tiene como objetivo principal la recuperación de olivares centenarios abandonados, un patrimonio agrícola y paisajístico de valor incalculable que corría el riesgo de desaparecer.
Al recuperar estos campos, la fundación no solo preserva un legado natural, sino que también genera empleo rural. Este factor es clave para fijar población y revitalizar la economía local, ya que, como explican desde el proyecto, la creación de puestos de trabajo “favorece que la gente se pueda quedar en su lugar de origen”, luchando directamente contra el éxodo rural. Además, la iniciativa crea un vínculo emocional y económico entre el mundo urbano y el rural, ya que los padrinos y madrinas, a menudo residentes de grandes ciudades, se conectan con el territorio. Para Lodeiro, esta conexión es fundamental, pues “es importante que en las ciudades se conozca la forma de vivir en esas zonas” para asegurar su viabilidad futura.
El viaje desde la simple vara de madera hasta los sofisticados vareadores eléctricos ilustra cómo la innovación responde a las necesidades reales del campo. En Bellota Herramientas, este proceso se fundamenta en un profundo conocimiento del usuario final, realizando visitas a campo para diseñar y manufacturar soluciones que, como estos vareadores, no solo optimizan la cosecha de la aceituna, sino que también contribuyen a la sostenibilidad de un sector estratégico y a la supervivencia económica y social de las comunidades rurales.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.





