El Camino de Santiago Francés por Aragón requiere más atención al peregrino: “Hay que mejorar la acogida en el Valle del Aragón”
La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca inaugura este viernes su ciclo de conferencias

José María Bartolomé, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca
Jaca - Publicado el
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La Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca pone en marcha este viernes 3 de octubre, una nueva edición de su ciclo de conferencias, una cita cultural ya consolidada que cada otoño llena el Salón del Ciento del Ayuntamiento de Jaca. A partir de las 20:00 horas, y con entrada libre hasta completar aforo, se sucederán durante tres viernes consecutivos charlas a cargo de especialistas que abordan tanto la historia como los desafíos actuales del Camino.
El presidente de la asociación, José María Bartolomé, subraya que “siempre tratamos de ofrecer conferencias en torno a la divulgación del Camino de Santiago, a veces relacionadas directamente con nuestra zona y otras con temáticas más amplias que afectan a la peregrinación en su conjunto”.
En esta edición, se hablará del enigma que rodea al Códice Calixtino, de los riesgos que supone la turistificación frente a la esencia de la peregrinación, y de cómo están cambiando las estadísticas y perfiles de quienes deciden recorrer la ruta jacobea. Bartolomé reconoce que cada año supone un reto encontrar nuevas temáticas: “cuesta que no se repitan los contenidos, pero seguimos intentando innovar e introducir cuestiones de actualidad que conecten con lo que ocurre hoy en el Camino”.
Retos del Camino Francés por Aragón
Más allá de la vertiente cultural, la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Jaca aprovecha esta ocasión para llamar la atención sobre la situación del Camino de Santiago Francés a su paso por Aragón, especialmente en el Valle del Aragón. Uno de los problemas más urgentes es la falta de albergues y de una atención continuada a los peregrinos.
Según explica Bartolomé, “el peregrino no es un turista de maleta, va con su mochila y necesita un lugar donde ser acogido. Si no hay albergues, difícilmente vendrán peregrinos, y si no vienen peregrinos tampoco se abrirán albergues. Es la pescadilla que se muerde la cola”. En este tramo aragonés existen algunos albergues de acogida en localidades como Arrés, Canfranc o Santa Cilia, pero todavía son insuficientes en comparación con otras comunidades donde la tradición de acogida está mucho más consolidada.
Tramos pendientes en Castiello y Canfranc
El mantenimiento del trazado también preocupa a la asociación. Aunque en general el Camino presenta un buen estado, aún quedan puntos conflictivos que no han sido solucionados de manera definitiva. Bartolomé señala especialmente el de Castiello de Jaca y el paso de Canfranc, donde existen soluciones provisionales que no garantizan la seguridad ni la comodidad de quienes recorren esta vía histórica.
“El Gobierno de Aragón está elaborando un plan para invertir en la mejora de los caminos, pero será la comarca quien deba asumir el mantenimiento. Lo ideal sería contar con una brigada que actuara de manera continua y no solo de forma puntual, porque este verano, con las lluvias, hubo peregrinos que lo pasaron muy mal al cruzar determinadas zonas”, recalca.
Necesidad de promoción y coordinación internacional
Otro de los aspectos clave es la difusión. La Asociación mantiene contacto con entidades francesas de Olorón y Lescar, con quienes se reunirá próximamente para coordinar estrategias conjuntas. “Lo ideal sería que los peregrinos vinieran desde Francia, porque es la verdadera continuidad histórica del Camino. Por eso estamos trabajando en un hermanamiento para relanzar este itinerario con más fuerza”, explica Bartolomé.
Además, reclama una mayor implicación institucional para dar visibilidad al Camino Francés por Aragón. “Hace falta una campaña de difusión potente desde Turismo, ya sea del Ayuntamiento de Jaca, de la Comarca o del Gobierno de Aragón. El patrimonio y el paisaje son únicos, pero necesitamos que se conozca más allá de nuestra zona”.
Un Camino con gran potencial, pero con tareas pendientes
A pesar de las dificultades, el tramo aragonés del Camino Francés recibe entre 600 y 700 peregrinos al mes, aunque las cifras fluctúan según la temporada. La primavera y el otoño siguen siendo los periodos preferidos por los caminantes, mientras que el verano concentra a quienes únicamente disponen de vacaciones en esa época.
Bartolomé concluye con un mensaje claro: “el paisaje es maravilloso y el patrimonio histórico es inmenso, pero debemos mejorar la atención al peregrino y garantizar el mantenimiento si queremos que la experiencia jacobea en el Valle del Aragón sea realmente satisfactoria”