La trilladora de Chirosé de Piedrafita de Jaca ha recobrado vida. El Ayuntamiento, tras rehabilitarla, la colocó hace unos meses a la entrada de la localidad, como símbolo distintivo de ésta, ya que se trata de una herramienta característica de la economía tradicional pirenaica y vital para la agricultura de subsistencia que se realizaba en estos valles. Por su parte, la Comarca Alto Gállego ha instalado un panel informativo que explica su origen e importancia, para que vecinos y visitantes conozcan el papel que jugó en las décadas de los 50 y 60 del siglo XX.

La trilladora de Chirosé representa un modo de vida ya desaparecido. Como recoge el cartel instalado por Comarca, “la economía tradicional pirenaica estaba basada en dos pilares, la ganadería, como actividad principal, y una agricultura de subsistencia, que en parte se dedicaba a la producción de cereales a pequeña escala, cebada (ordio), trigo, centeno y avena, que eran trillados en la era, para separar la paja del grano, mediante caballerías (los machos) y un apero, el trillo”.

Ya en la década de los 40 estas labores tradicionales se vieron innovadas por la incorporación, por parte de algunas familias, de un trillo de rodillos y una aventadora manual, que facilitaba la labor. Pero fue en la década de los 50 cuando, con el desarrollo de la mecanización, llegó la trilladora a motor eléctrico, que facilitaba el trabajo, ya que realizaba todas las funciones de manera completa y autónomamente.

En el caso de Piedrafita de Jaca, fue el Ayuntamiento quien adquirió una trilladora eléctrica para uso comunal, que se instaló en la denominada “Era de Chirosé”, al ser este el lugar donde antiguamente se realizaba la labor de la trilla. Esta trilladora, de la marca Ajuria, fabricada en Vitoria por el mayor fabricante español, es la que ahora se ha instalado a la entrada de Piedrafita.

Como se recoge en el panel instalado por Comarca, “la mies, o parva, era acarreada hasta la era por los machos en cubiertas especiales de lana, con los fajos y gabillas de cereal en su interior y cerrados con brecas (clavos de madera) que cosían la cubierta; una vez en la era se almacenaba en faginas, una de cada casa, trillándose por turnos establecidos. En esta labor faenaban todas las personas hábiles de cada familia”.

Desgraciadamente, a principio de los años 70, con la construcción del pantano de Búbal, la desaparición de esta localidad y Saqués y la fuerte emigración que sufrió Piedrafita, como otros municipios de montaña y de nuestra comarca, se fueron relegando muchas actividades y usos de la vida tradicional hasta su total extinción, entre ellas la de la trilla. Este suposu la “jubilación forzosa” para la trilladora de Chirosé, aunque se mantuvo en un magnífico estado.

Ahora, “con la instalación de la trilladora y el panel informativo, tanto vecinos como visitantes pueden conocer la historia de esta magnífica herramienta y algo más de la historia de Piedrafita y de otras muchas localidades de montaña y de nuestra vida tradicional”, señala la Consejera de Cultura de la Comarca Alto Gállego, Isabel Manglano.