"Ir al baño o vestirse solos": Las mejoras en personas centenarias después de tres semanas de este ejercicio físico
Una investigación española, primera a nivel mundial con personas de más de 100 años, confirma los beneficios del entrenamiento de fuerza para su calidad de vida

El investigador Adián Hernández sobre la importancia de este estudio
Huesca - Publicado el
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Un estudio realizado en residencias de Aragón ha confirmado que el ejercicio físico adecuado puede ayudar a las personas centenarias a recuperar fuerza y autonomía. La investigación, publicada en la revista científica Journal of Cachexia, Sarcopenia and Muscle, ha sido desarrollada por especialistas del Campus de Huesca y la Universidad de Zaragoza (Unizar), entre los que se encuentran Adrián Hernández, Nuria Garatachea, Germán Vicente-Rodríguez y Esther Pueyo.
Una investigación pionera en el mundo
Adrián Hernández, uno de los investigadores del campus de Huesca, ha destacado la novedad mundial del proyecto. "Es la primera vez que se ha entrenado a personas en el límite prácticamente de la esperanza de vida humana", explica. El estudio, llevado a cabo por el grupo GENU de Unizar en colaboración con otros centros, superó la dificultad de reclutar voluntarios y finalmente contó con una muestra de 19 personas de más de 100 años, de las cuales el 83% eran mujeres, en varias residencias de Aragón.
Nadie es demasiado mayor para beneficiarse del ejercicio de fuerza"
Investigador del campus de Huesca
Doce semanas para ganar independencia
La intervención consistió en un programa de 12 semanas de entrenamiento de fuerza, aplicado dos días por semana de forma individualizada. Los resultados han sido claros y, como resume Hernández, demuestran que "nadie es demasiado mayor para beneficiarse del ejercicio de fuerza". La investigación ha comprobado que la mejora de la condición física se traduce directamente en una mayor independencia del anciano, una reducción de la fragilidad y, en definitiva, un aumento en su calidad de vida.
Ahora se sentían más válidos para hacer las actividades del día a día"
Investigador del campus de Huesca
El efecto más notable se ha observado en la vida cotidiana de los participantes. Según los investigadores, este aumento de autonomía les permite realizar tareas como "ir al baño solos" o "vestirse ellos solos". Incluso, algunos participantes que llevaban tiempo sin salir se han atrevido a ir a comercios cercanos. "Ahora se sentían más válidos para hacer las actividades del día a día", señalan los responsables del estudio.
Los científicos destacan que estas mejoras tan importantes se han obtenido con "una dosis muy moderada y corta en el tiempo", lo que sugiere que un programa prolongado podría ofrecer beneficios aún mayores. Hernández concluye que su labor como científico es "aportar datos" para que los gestores, tanto públicos como privados, tomen decisiones y apliquen este tipo de intervenciones que mejoran la vida de las personas mayores.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



