El análisis del partido hay que dejarlo en un segundo plano después de ver el escandaloso penalti que ha pitado a favor de Osasuna. Comentaban en el comité técnico de árbitros que no se iban a pitar "penaltitos". Pues la primera en la frente. Una acción del Papu Gómez marchándose del área, que dejó una caricia en el hombro a Moncayola, provoca un supuesto penalti que absolutamente nadie vio más allá de Del Cerro Grande. Parece increíble lo que ocurre en el fútbol español después de que dijeran por activa y por pasiva. "Los penaltis tienen que tener sustancia, ser derribos claros y evidentes". ¿Alguien se cree esta frase? ¿Alguien cree al estamento arbitral? Pues absolutamente nadie, ya que pocos días después de esa rueda de prensa arbitral y en el primer partido de Liga, se comete este error grosero. El análisis del partido se resume en ese escándalo arbitral. El Sevilla no ha hecho partido para ganar, pero el árbitro le impidió puntuar.