Pape Gueye se ha esfumado. Apareció con fuerza pero su fútbol ha desaparecido con el paso de los partidos. Después de un buen inicio del Sevilla en Elche, el centrocampista se autoexpulsó con una peligrosa entrada que mereció la expulsión. Con todo un mundo por delante, el Sevilla jugó con diez. Sin duda, la peor noticia para un equipo que dosifica sus esfuerzos de cara a la final. Después de esa acción, los sevillistas desaparecieron. Dimitrovic no estuvo afortunado tampoco en el gol que recibió. La segunda parte fue un trámite. La Conference pasa ahora a manos de lo que haga el Athletic.

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