Utilizar el suburbano contribuye a la mejora de la calidad del aire y reduce el impacto ambiental que producirían los viajes en vehículo privado.

Mas del 40% de los usuarios de metro de Sevilla recurrían al coche antes de su puesta en servicio, de modo que si no existiera el metro esos vehículos privados habrían generado casi 7.800 toneladas de CO2 de acuerdo con los ratios medios de emisión de estos vehículos, y también se evitan mas de 2100 toneladas de los actuales usuarios que antes de viajar en metro se desplazarían en autobús ; es decir, que en total el uso del metro ahorra cerca de 10.000 toneladas de CO2.

Aún siendo importante este ahorro para combatir el cambio climático, destaca también la disminución, gracias al uso del metro, de otras emisiones contaminantes, como las 9 toneladas de óxido de nitrógeno y las 0,8 toneladas de partículas en suspensión. Unas emisiones que indudablemente afectan a la salud de las personas y provocan problemas cardiovasculares y enfermedades como el asma

El director gerente del metro de Sevilla, Jorge Maroto, en declaraciones a COPE Sevilla ha querido dar las gracias a los sevillanos que viajan en este transporte “por hacer la ciudad mas sostenible” y se ha comprometido a “seguir trabajando para tener siempre las tecnologías mas eficientes tanto en estaciones como en los vehículos”.

El metro es altamente ecológico por los motivos antes descritos y también porque ha reducido el consumo de energía en mas del 31 por ciento en los últimos siete años y porque en el caso del metro de Sevilla, el suministro eléctrico está contratado con una empresa comercializadora de energía cien por cien procedente de fuentes renovables, por lo que las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera que se pudieran derivar de su proceso de producción son inexistentes.

Además , según la Consejería de Fomento de la Junta de Andalucía "Metro de Sevilla ha puesto en marcha en los últimos años una serie de medidas que optimizan el consumo. Entre estas medidas, destacan las que se han aplicado en los sistemas de alimentación eléctrica para maximizar la recuperación de la energía que se produce durante el frenado; las mejoras en el software para que la conducción de los trenes sea más suave, evitando cambios bruscos de velocidad, y la utilización de tecnologías eficientes, como los variadores de frecuencia para mejorar la eficiencia de todas las máquinas rotativas o el empleo de luminarias led en todas las estaciones".