SOS en la Sierra Norte: esto es lo que ocurre cuando un pueblo entero queda desconectado
El último corte de internet y telefonía en la Sierra Norte dejó a vecinos incomunicados durante más de 15 horas. Desde febrero, las interrupciones se han repetido 14 días completos, algunas superando las 24 horas. Los habitantes se sienten vulnerables y aislados

Escucha aquí la entrevista a Rocío del Santo, Farmacéutica en Cazalla
Sevilla - Publicado el
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Hoy, en Herrera de COPE Más Sevilla, con Irene Ramos y Emi Caro de COPE Sierra Norte, hemos hablado sobre los cortes de internet y telefonía con Rocío del Santo, farmacéutica de Cazalla. Rocío nos cuenta cómo estas interrupciones dificultan la vida diaria de los mayores: “Muchos no recuerdan qué pastillas toman ni cómo funciona su tarjeta electrónica. Los pobres vienen a pedirme su ‘pastillita rosa’, pero sin línea no podemos saber cuál es ni dársela”.
La dependencia de sistemas electrónicos convierte tareas cotidianas en verdaderos desafíos. Recibir la medicación a tiempo, comunicarse con el médico o realizar gestiones administrativas se vuelve imposible cuando los servicios de telecomunicaciones fallan. Los vecinos mayores, sin conocimientos digitales, se sienten desprotegidos y frustrados, mientras familiares y profesionales sanitarios buscan alternativas en vano.
Teleasistencia que no salva
Los sistemas de teleasistencia, fundamentales para proteger a los mayores, dejan de funcionar cuando no hay internet ni línea telefónica. Un simple corte puede significar que un anciano que se cae en casa no pueda pedir ayuda.

Rocío del Santo insiste en como cada interrupción prolongada genera miedo y sensación de abandono. “Nos sentimos vendidos”.
El alcalde de Cazalla de la Sierra, Adrián Torres, insiste en que esta situación no puede repetirse. Por ello, el Ayuntamiento ha convocado firmas y posibles movilizaciones, buscando que la voz de los afectados llegue a las compañías proveedoras y a las administraciones responsables.
Despoblación y servicios que no llegan
El impacto de los cortes va más allá de la seguridad: también afecta al desarrollo económico y social. Sin internet ni telefonía fiables, menos empresas se plantean instalarse en la Sierra Norte, lo que limita oportunidades laborales y fomenta la despoblación. Los pueblos se quedan vacíos, los jóvenes se marchan y los servicios disminuyen, generando un círculo de aislamiento y abandono.
La vida cotidiana de todos los vecinos se ve afectada. Desde hacer la compra, gestionar trámites, trabajar desde casa o mantener contacto con familiares, todo se complica cuando no hay línea. La imposibilidad de comunicarse con el mundo exterior durante horas genera estrés y frustración. La campaña de firmas del Ayuntamiento busca visibilizar esta situación y presionar para que se garantice una conectividad estable, que permita a los vecinos vivir con normalidad y seguridad.
La urgencia de soluciones
El último corte de más de 15 horas evidencia que la infraestructura actual no es suficiente. La combinación de población envejecida, dependencia de servicios electrónicos y aislamiento geográfico convierte cada interrupción en un riesgo real.
Pero el problema no solo afecta a la salud y la seguridad: también golpea a la educación de los más jóvenes, que no pueden seguir clases online ni realizar tareas escolares cuando falla la conexión. Los trabajadores que dependen del teletrabajo se ven obligados a desplazarse kilómetros para encontrar cobertura, y negocios locales pierden clientes al no poder cobrar con tarjeta o gestionar pedidos.
Cada apagón digital es un recordatorio de que vivir en la Sierra Norte significa, muchas veces, quedarse al margen de lo que en las ciudades ya se da por hecho. Los vecinos reclaman que se garantice una conectividad básica y estable que les permita desarrollarse, atraer oportunidades y, sobre todo, vivir con dignidad. Porque sin internet ni teléfono, incluso lo más sencillo, como pedir medicinas, hablar con un familiar o llamar a emergencias, se convierte en una tarea imposible.