Saray, de 29 años, se encontraba embarazada de 27 semanas cuando súbitamente sufrió una hemiplejía izquierda. Fue trasladada por un equipo del 061 al servicio de Urgencias del Hospital de Rehabilitación y Traumatología, donde los especialistas le detectaron una hemorragia cerebral. Había sido causada por la rotura de una malformación arterio-venosa que la paciente desconocía.

La situación era más que delicada y a partir de ese momento se organizó un equipo de trabajo multidisciplinar compuesto por neurocirujanos, obstetras y rehabilitadores del HOspital Virgen del Rocío. Ese equipo estabilizó e inició la recuperación de Saray. La tarea se puso en marcha de manera paralela a labores de protección y vigilancia del buen curso del embarazo de la joven hasta lograr completar la maduración del feto.

Los profesionales planificaron una doble intervención que consistía en una cesárea y la extirpación de la lesión para la semana 32 de embarazo.

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Un equipo de neurocirujanos, medicina maternofetal, neonatólogos y anestesia logra que dé a luz una embarazada de 27 semanas con una hemorragia cerebral. Se le programó una cesárea y extirpación de la malformación cerebrovascular en un acto quirúrgico
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— HospitalUVRocio (@HospitalUVRocio) November 20, 2020

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El equipo de Obstetras de la Unidad de Medicina Maternofetal del Hospital de la Mujer, los doctores Lucas Cerrillos y Guillermo Antiñolo, llevaron a cabo la cesárea en la que nació Pilar, una recién nacida que esta semana ha recibido el alta.

Después una vez que la pequeña había venido al mundo, el equipo de Neurocirugía Vascular compuesto por los doctores Aex Yahver y Antonio López practicaron la extirpación microquirúrgica de la malformación arterio-venosa cerebral de Saray, eliminando así la posibilidad de nuevos sangrados cerebrales durante el puerperio y el resto de su vida.

Saray ha podido además lactar a su recién nacida durante el tiempo en que permanecía recuperándose de las intervenciones quirúrgicas porque se le facilitaron los medios necesarios para la extracción de leche materna.

Ya en el Hospital de la Mujer se le ha seguido apoyando y facilitando los medios materiales y humanos para proseguir con la lactancia natural. A pesar de las dificultades que la paciente presentaba, la historia de Saray y de su pequeña Pilar, ha tenido un final feliz.