El duro mensaje de una educadora tras la agresión a un compañero de un Centro de Menores de Sevilla: “Sabíamos que en algún momento...”
La trabajadora de un Centro de Menores de Sevilla confiesa que tienen miedo

Sevilla - Publicado el
3 min lectura
En el Centro de Menores de Los Alcores, en la provincia de Sevilla, hay 200 profesionales que atienden a 67 jóvenes internos, de los que más de la mitad presenta problemas graves de salud mental o adicciones que requieren de atención personalizada.
En estas instalaciones la mayoría de los usuarios realizan el cumplimiento de sus condenas en régimen cerrado y hay incluso chicas jóvenes embarazadas o con sus bebés recién nacidos cumpliendo sus medidas judiciales.
En ese lugar una jornada de trabajo empieza “con bastante estrés”. Es lo que nos cuenta Ángela Díaz educadora en el Centro que asegura en COPE Sevilla que el día a día es complicado, que desde la pandemia especialmente “se han producido recortes de personal y de fondos” y “necesitaríamos más profesionales para poder reducir la ratio”.
Ángela también explica que “hacen falta también psiquiatras para atender a los chicos porque no encontramos personas que vengan aquí y los usuarios solo pueden recibir consulta online”.
Pero lo más preocupante según Ángela es que en este Centro de Menores "cada semana se produce alguna agresión" y que la respuesta a las quejas de los trabajadores en ocasiones es que forma parte de la naturaleza de su labor.
La última agresión a uno de los profesionales de las instalaciones se produjo recientemente a un educador por parte de un usuario en régimen terapéutico. Ángela dice que el compañero “se encuentra bien, estable, afectado psicológicamente porque claro tiene que volver al puesto de trabajo y la situación es insostenible”.
Como explica Ángela en este caso la agresión se produjo por parte de un menor con problemas de salud mental, en régimen terapéutico y el incidente llegó sin que el profesional afectado se lo esperase.
El día a día de los trabajadores: cada vez más miedo y compañeros de baja
Ángela explica que en el Centro Los Alcores son “una comunidad muy amplia que hacemos un trabajo multidisciplinar” pero es cierto que “hacemos lo que podemos”, sobre todo con los menores con problemas mentales, que “no sabemos cuándo van a cambiar de comportamiento o en qué momento se pueden encontrar inestables”.
Con estas circunstancias y las agresiones con cierta frecuencia, la mayoría de los profesionales tienen “miedo, porque han aumentado los riesgos en nuestro trabajo y hay compañeros de baja por enfermedades derivadas de temas profesionales”.
A pesar de todo “estamos acostumbrados, tenemos un vínculo muy afectivo con los usuarios y por eso el trabajo se sobrelleva pero necesitaríamos más apoyo y seguridad, poder tener un acompañamiento más profundo, con más personal”.
Por eso no nos sirve que nos digan que forma parte de nuestra praxis, que esas situaciones extremas como “que nos peguen, que nos insulten, que nos escupan, es prácticamente algo habitual, son situaciones que algunas veces se van de las manos y dicen que las tenemos que normalizar.”
Ángela es contundente y dice con pena que “nosotros sí sabíamos que en algún momento la desgraciada noticia de la compañera de Badajoz se iba a producir y tenemos miedo de que esto pueda continuar porque estamos abandonados y no tenemos el apoyo necesario”.
Además de más profesionales para reducir la ratio de menores internados reclaman un protocolo ante agresiones y apoyo jurídico y psicológico para las víctimas.