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Aprende las diferencias entre la fecha de caducidad y de consumo preferente de un alimento y cuál debe llevar

Fecha de caducidad y de consumo preferente no son lo mismo y cada producto debe por ley llevar la suya propia

Alimentos en un supermercado

Irene Ramos

Tiempo de lectura: 2'Actualizado 13:51

Fecha de caducidad y fecha de consumo preferente. Estamos acostumbrados a verlo en los alimentos aunque lo cierto es que a veces olvidamos cuál es la diferencia entre ambos conceptos.

Lo primero que debemos tener claro es que hay una normativa que implica que los fabricantes de alimentos tengan que incluir la fecha de caducidad en los productos perecederos.

En cambio se indica la fecha de consumo preferente en los alimentos que no lo son tanto.

Es decir, una fecha se refiere a seguridad y otra a calidad.


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¿Qué opinan los expertos?

Desde la organización de consumidores OCU nos explican qué diferencia existe entre fecha de caducidad y consumo preferente.

  • La fecha de caducidad se indica en productos que son muy perecederos y con riesgo microbiológico: carnes y pescados crudos y frescos, que duran pocos días y donde puede haber bacterias patógenas. Una vez pasa la fecha de caducidad, el producto no debe consumirse, ya que hay riesgos de que se encuentre en mal estado, estropeado y puede incluso ser peligroso por la presencia de bacterias patógenas.
  • La fecha de consumo preferente se aplica a productos bastante más duraderos y que son estables. Una vez pasada esta fecha pueden haber perdido parte de sus propiedades, como presentar un sabor algo rancio, tener menos aroma o que éste sea extraño, cambiar de textura, de color... pero no hay riesgo microbiológico.

Trucos para no tirar alimentos a la basura

Cuando un producto está caducado, el alimento no se debe consumir. Un recurso que tenemos para evitar que tengamos que tirarlo a la basura es que cuando llega la fecha de caducidad y comprobamos que no los vamos a consumir, recurramos a congelarlos. Podemos hacerlo con carnes, pescados, incluso con el salmón ahumado, o el jamón cocido...

Eso sí, al descongelar estos productos debemos consumirlos en menos de 24 horas. En estos productos con riesgos microbiológicos hay que tener siempre la precaución de cocinarlos adecuadamente: carnes picadas, carnes de pollo... El riesgo de que haya bacterias patógenas existe, y es mayor una vez superada la fecha, pero no hay tampoco garantías suficientes antes de su caducidad, ya que son alimentos crudos.

Otro tipo de productos en los que también es posible recurrir a este truco es en los platos preparados precocinados. También admiten congelación. Es el caso de lasañas o pizzas. En el caso de los platos preparados precocinados con verduras, no es tan recomendable porque se estropea mucho su textura. Una vez descongelados, estos productos deben ser de consumo inmediato.

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