El pasado mes de enero conocimos el caso de Paula, una niña almonteña que entonces tenía once años (ya ha cumplido doce) y que necesitaba un donante de médula ósea. Por entonces estaba ingresada en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva. Quiero contarte una historia que pone en valor la importancia de realizar un gesto tan sencillo que cambia vidas como es donar médula osea. Este es el contexto y en esta misma página puedes escuchar la entrevista completa a Paula y a su madre, Esmeralda

Sigue nadando, Dori

Un personaje clave de esta historia es Ángela, la enfermera del Juan Ramón Jiménez que ideó una campaña, con Paula como protagonista, que enseguida se extendió por redes sociales bajo el título “Sigue nadando, Dori”. Ángela utilizaba este apelativo para referirse a Paula, porque dice que es una niña muy olvidadiza. Tiene memoria de pez. De ahí el apodo, que se refiere al personaje de Buscando a Nemo. Este reportaje se titula Dori sigue nadando porque aquello que era un deseo, hoy es una afirmación.

Cronología de una enfermedad

El 2 de noviembre de 2022, los padres de Paula acuden con ella al médico porque está más resfriada de lo habitual. No es un constipado normal. Reciben el mazazo de su vida: Paula es diagnosticada de leucemia.

Paula es ingresada en el Hospital Juan Ramón Jiménez y comienza la peor parte de esta historia. Un agresivo tratamiento de quimioterapia le provoca a Paula momentos muy duros, con bajones muy pronunciados por los efectos secundarios del tratamiento, muientras su familia vive con una gran angustia la espera de un donante.

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Poco después reciben la primera gran noticia. Una llamada del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde Paula fue finalmente trasplantada, hace que se abra el cielo para la familia de Paula: hay un donante. Debes saber que en estos casos, los donantes son anónimos y, aunque te parezca frío que no se lleguen a conocer, es el mal menor ya que en el pasado se descubrieron casos de mercadeo de algunos donantes que no eran precisamente personas altruistas.

Llega el momento de la verdad. El pasado mes de agosto, se le realiza a Paula una trasfusión de sangre de esa persona compatible y comienza otro periodo crítico de más de veinte días que es el plazo que se le da a la intervención para saber si la médula responde o no. Son dos cuerpos que se tienen que hacer compatibles en uno solo. Los órganos son de Paula, pero la sangre es de otra persona. Comienza un estricto aislamiento en el que solo la madre puede acompañar a Paula y el resto de la familia la ve y se comunica con ella a través de un ojo de buey. El día 14 llega la segunda gran noticia: “jefa, solo un poquito, pero tengo que darte una noticia. La médula ha despertado”, le dijo el hematólogo a Paula.

Ahora Paula se recupera en su casa de Almonte en otro periodo de máxima precaución que dura cien días, de los que Paula ya ha superado más de sesenta. Lleva una vida semi normal. No he querido citar ni a Paula ni a su madre Esmeralda, porque quiero que escuches la voz de una superviviente, que sigue nadando gracias a que un buen día, una persona donó médula ósea en algún punto del planeta, en este caso, aunque no le conocemos, sí que sabemos que fue un donante nacional.

¡¡Dori y su familia siguen nadando, y lo hacen con más fuerza que nunca!!