Un animal no es un juguete: el aviso de las protectoras ante la llegada de la Navidad

La llegada de la Navidad trae consigo una preocupación recurrente para las organizaciones animalistas: el abandono de mascotas. En el año 2023, la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Málaga recogió más de 1.120 animales, de los cuales casi 800 eran perros y más de 300 eran gatos. Estas cifras reflejan un goteo constante de abandonos que, aunque en muchos casos culmina con una nueva oportunidad gracias a la labor de la protectora y sus voluntarios, pone de manifiesto la necesidad de concienciar sobre la adopción responsable.

La idea de regalar un cachorro por Navidad sigue siendo un impulso para muchas familias, pero desde la protectora lanzan una advertencia clara para evitar que el animal sea tratado como un capricho pasajero. Carmen Manzano, presidenta de la entidad, se muestra tajante en COPE Málaga ante quienes buscan "un perro o un gato para el niño". Su mensaje es directo: "estás buscando un miembro de la familia, si no, estás en el sitio equivocado". Manzano subraya que la solución para un juguete infantil no está en un ser vivo.

Para que el niño tenga un juguete, hay grandes almacenes con peluches preciosos"

Carmen Manzano

Presidenta de la Protectora de Animales y Plantas

El trauma del animal devuelto

Manzano describe el regreso de un animal al refugio como una experiencia devastadora. "Eso de que se lleven un perrillo o un gato de cachorro y te devuelvan al año adulto, maleducado y asustado, es que te parte el alma", lamenta. Explica que al animal no solo se le arrebata la oportunidad de encontrar "una familia en condiciones", sino que se le somete a una "crueldad" al pasar de un hogar a un chenil "con otros ocho perros ladrando". Actualmente, la protectora acoge a unos 220 gatos y entre 360 y 380 perros, incluyendo los que se encuentran en casas de acogida.

La labor de esta institución es histórica. Fundada en 1876, la protectora se prepara para celebrar su 150 aniversario. Desde que digitalizaron sus registros en 2015, han recogido a 15.483 animales y han conseguido un nuevo hogar para 13.240 de ellos. El resto, como asegura Manzano, "viven allí hasta que cruzan el arcoíris", siempre rodeados de cariño y cuidados paliativos si es necesario, porque "nunca se quedan solos".

Derribando el mito del "perro de protectora"

Muchas personas todavía creen que un animal de un refugio es problemático por definición, un estigma que Adrián Navarro, fundador de Adiestramiento Canino Lopecan y educador en la protectora, se esfuerza por combatir. Su trabajo consiste en valorar a los perros que llegan, pautar su manejo con los voluntarios y facilitar su reubicación. Navarro rebate la idea de que es mejor comprar un cachorro e insiste en que la balanza se inclina a favor de la adopción.

¿Tu perro te pasea a ti? El truco que todos los dueños de perros necesitan para paseos sin tirones

"Si nos paramos a pensar el listado de problemas que nos puede generar un cachorro en casa, el tiempo y la dedicación [...], seguramente tengas que dedicar mucho más tiempo, dinero y ganas que a un perro que estás adoptando", argumenta Navarro. Con un perro adulto, ya se conoce "su personalidad, los problemas que puede tener o los que no", y existe un trabajo previo realizado por voluntarios y educadores. Él mismo es el mejor ejemplo, con 29 perros adoptados, la mayoría ya adultos.

Al final adoptar un perro tiene muchísimos beneficios"

Carmen Manzano

Presidenta de la Protectora de Animales y Plantas

Historias con final feliz

El trabajo de rehabilitación da sus frutos con historias como la de Rolo, un perro de raza malinois que llegó a la protectora con leishmania y un comportamiento complicado. "Se tiraba a por los perros y después de varios meses de trabajo [...] conseguimos no solo que no se tirara, sino que cuando apareció su familia, el perro dio un cambio brutal", relata Adrián. Rolo, que en un principio parecía un caso difícil, vive feliz desde hace años con su familia adoptiva.

Otro caso paradigmático es el de Fauna, una perra que mostraba un gran estrés en el refugio, lo que dificultaba su manejo por parte de los voluntarios. Sin embargo, cuando surgió una oportunidad de adopción en el extranjero, su comportamiento se transformó radicalmente. "Fauna es el claro ejemplo de muchos perros de la protectora que [...] lo que tienen es estrés residual acumulado y una vez salen del ambiente, sale su verdadero yo", explica el educador.

La protectora no solo necesita adopciones, sino también el apoyo de la comunidad. Carmen Manzano detalla las múltiples formas de colaborar: desde hacerse socio por siete euros al mes o ser voluntario, hasta donar objetos como toallas, mantas, pienso o medicamentos. "Todo lo que no te sirve, pero esté en buen estado, llévalo a la prote, porque nosotros tenemos un poquito de complejo de diógenes y todo lo reciclamos", afirma. Cualquier ayuda, por pequeña que sea, es recibida con una gratitud inmensa.