En la temporada 2007/08, y después de cinco campañas alejado de las competiciones oficiales, el Club Balonmano Motril volvió a la a citas federadas con un equipo que, dirigido por el habitual Toni Jiménez, militó en la Primera División Andaluza.

El plantel motrileño debutó en el ejercicio con una gran victoria ante un plantel muy competitivo como los granadinos del Huétor Tájar, el marcador final fue de 25-21. Tras finalizar la liga regular el Balonmano Motril finalizó como meritorio campeón de su grupo.

Los resultados cosechados les hicieron afrontar la fase de ascenso a la Segunda División Nacional. Motril debutó en la primera ronda ante los almerienses del Kasi La Cañada, equipo al que eliminó tras imponerse con autoridad en el encuentro de ida, y también en el de vuelta.

En la siguiente eliminatoria, la de cuartos de final, les esperaba el potente conjunto del Ninsur de Córdoba. El duelo de ida, celebrado en la capital de la Mezquita, se saldó con un excesivo 29-23 en favor de los cordobeses. En el choque de vuelta los seis goles en contra pesaron demasiado y tras un inicio de encuentro esperanzador los motrileños terminaron por bajar la guardia y perdieron, en el pabellón motrileño, por el electrónico de 27-31.

Como atractivo en las tres imágenes que ilustran este artículo se muestran a tres jugadores, de los más representativos de aquel espectacular equipo. Andrés Rocamora, sin duda alguna una especie de alma mater del balonmano motrileño de esa época; Pepe Cortés, uno de los componentes deportivos más decisivos; y Juange Díaz, un todo terreno experimentado incluso en la modalidad del ironman.