En diciembre del año 2002 la mayoría de los jugadores que configuraron la plantilla del Motril CF para la temporada 2002/03 decidieron dejar el club debido a los atrasos en los cobros. La herencia de José Antonio Murado terminó por desmembrar un equipo que tenía empaque suficiente para transitar sin problemas por el grupo IV de la Segunda División B.

Para salir del paso, y admitiendo que el Motril, último, estaba casi abocado al descenso, Juan Carlos Hontoria recurrió entonces a los chavales de la cantera y al fichaje de jugadores de Tercera División. Ese es el caso de los componentes del banquillo que ilustra este artículo, de izquierda a derecha se pueden ver a Sergio Tomate, Óscar Garciolo, Pedrito, Mané, Enrique y Fausto.

En la víspera de Reyes visitaba el Escribano Castilla el Cacereño. El partido correspondía a la penúltima jornada de la primera vuelta y el Motril alineó a José Luis, Fabián, Cuevas, Juan Pérez, Gómez, Francis, Jonathan Rivera, Zurita, Alexis, Murúa y Javi Guerra. Apenas los cuatro últimos más José Luis y Fabián se mantenían del plantel que inició la liga, aunque sólo el portero, Fabián, Zurita y Javi Guerra podían considerarse titulares antes de la desintegración.

Para el banquillo, el entrenador motrileño tiró de cinco juveniles. Durante el encuentro, que ganó el cuadro extremeño por 0-1, tuvieron oportunidad de debutar Pedrito, que entró en el minuto 77 supliendo a Jonathan; y Enrique Fernández, que lo hizo en el 86 en lugar de Miguel Ángel Gómez. Esa misma temporada también se estrenó Mané, mientras que Sergio Tomate y Óscar Garciolo hubieron de esperar a temporadas posteriores para vestir la camiseta del primer equipo.