Condenado a 13 años y medio de cárcel por intentar matar a su madre con una explosión en su casa
El acusado, de 55 años, ha sido condenado como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa con la agravante de parentesco

Sede del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en Granada
Granada - Publicado el
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La Audiencia de Granada ha condenado a trece años y medio de prisión, y a otros 15 de libertad vigilada, al hombre que fue juzgado a principios de octubre por intentar acabar en 2024 con la vida de su madre octogenaria provocando una explosión en su casa de Santa Fe mientras ella dormía dentro, si bien el sistema que ideó falló y la deflagración no se produjo.
El acusado, de 55 años, ha sido condenado como autor de un delito de asesinato en grado de tentativa con la agravante de parentesco y no podrá acercarse a su madre a menos de 500 metros ni comunicarse con ella durante 18 años, según consta en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press.
Los hechos se remontan a la tarde del 6 de febrero del año pasado, cuando el acusado se presentó en la casa donde convivía con su madre con la intención de "acabar con su vida". Para ello, manipuló hasta siete bombonas de butano que había distribuidas por la vivienda para que llenaran de gas el inmueble, envolvió varios calefactores en papel y los conectó a varios enchufes en distintas dependencias de la casa.
Los enchufes fueron "convenientemente preparados" por el procesado para ser accionados mediante una aplicación que tenía instalada en su teléfono móvil. Así, lo dispuso todo para que al accionar los aparatos mientras su madre dormía los papeles que envolvían los calefactores generasen llamas que, a su vez, prendiesen el gas liberado por las bombonas de butano y se produjese una explosión que causase la muerte de la mujer.
Con todo supuestamente preparado se marchó de la vivienda mientras se llenaba paulatinamente de gas. Ajena a estas circunstancias, la madre llegó a la casa sobre las ocho de la tarde y se fue a dormir. En algún momento de la madrugada, el acusado accionó con su móvil los enchufes domóticos provocando que los calefactores se encendieran, si bien no llegó a prenderse ninguna llama y la explosión no se produjo.
Sobre las seis de la mañana la mujer se despertó y percibió el fuerte olor a gas que había en el inmueble, momento en el que se percató de que las bombonas habían sido manipuladas. Su reacción fue salir a la calle a buscar ayuda y logró así salvar su vida.
No obstante, sufrió una insuficiencia respiratoria a consecuencia de haber estado inhalando gas durante toda la noche y lo vivido le ha dejado como secuela estrés postraumático, según consta en la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia granadina, contra la que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).