Desde mediodía todo indicaba que la tarde se iría complicando y así fue. Las previsiones meteorológicas no eran las más favorables para que las hermandades tomaran la decisión de salir en estación de penitencia en la jornada del Jueves Santo. Aunque las precipitaciones fueron leves, ninguna hermandad llegó a sacar sus pasos a la calle, por lo que la única opción de vivir el Jueven Santo era vivitando los templos donde se encontraban cada una de las hermandades.

Las primeras hermandades en suspender fueron las de El Caído y El Nazareno. La Hermandad de La Caridad solicitó media hora para decidir qué hacía, pero finalmente canceló su estación de penitencia.

La siguiente hermandad fue la Sagrada Cena, que también solicitó 30 minutos para decidir, un tiempo que no sirvió para que salieran. Luego le tocaba el turno a la Hermandad de las Angustias y la del Cristo de Gracia, que también suspedieron, y de esta manera Córdoba se quedaba sin un Jueves Santo.

Ya lo único que quedaba era esperar la madrugada ya adentrado en el Viernes Santo, pero la Hermandad de la Buena Muerte, tampoco dudó esperar al 2020 para poder llevar a cabo su estación de penitencia por las calles cordobesas.