La Hermandad del Rocío de Córdoba continúa su peregrinar por Écija
Las altas temperaturas no dieron tregua, pero tampoco consiguieron empañar el espíritu de camino

Simpecado en la Ermita de Humilladero en Écija
Córdoba - Publicado el
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Por segundo día consecutivo, el sol volvió a ser protagonista en el camino al Rocío de la Hermandad de Córdoba. Las altas temperaturas no dieron tregua, pero tampoco consiguieron empañar el espíritu de los peregrinos, que volvieron a encontrar en el buen ambiente, la convivencia y las paradas estratégicas el mejor antídoto frente al calor. La jornada comenzaba a las 7 de la mañana, con el grupo poniéndose en marcha desde El Garabato, concretamente desde el Cortijo de Pepe Aguilar.
El objetivo era claro: adelantar camino antes de que el termómetro comenzara a apretar. Y así fue. En poco más de cuatro horas y media, y casi sin descanso, la hermandad cubrió los primeros 17 kilómetros del día hasta llegar a Écija, completando así la mitad del recorrido previsto para la jornada. La primera gran parada tuvo lugar en la ermita del Humilladero, donde los peregrinos fueron recibidos, como cada año, por los vecinos ecijanos que no faltan a su cita con la Hermandad de Córdoba. Allí, el tradicional gazpacho blanco sirvió para refrescar y reponer fuerzas antes de continuar la marcha. Desde allí, un nuevo tirón condujo al grupo hasta la zona de Argamisilla, también en Écija, donde tuvo lugar la esperada parada de mediodía.
Ya por la tarde, y con el calor aún presente pero más llevadero, el camino siguió hasta alcanzar La Luisiana. Allí, la jornada se vivió con un marcado carácter espiritual. El simpecado fue presentado en la parroquia de la Inmaculada Concepción, y más tarde se celebró la misa diaria en el recinto ferial, lugar elegido para la pernocta.
El camino continúa este domingo, aún dentro de la provincia de Sevilla, con una etapa exigente de alrededor de 30 kilómetros. La parada especial de media mañana será en el convento de las Hermanas de la Cruz en Fuentes de Andalucía, donde la emoción y la devoción suelen alcanzar uno de sus puntos más intensos. La jornada concluirá en la Finca Fuente del Moro, donde la hermandad volverá a descansar antes de seguir su caminar hacia la Blanca Paloma