Un cambio de mirada: cuando consumir menos es ganar más

Cada decisión que tomamos como consumidores deja una huella. Lo que compramos, cómo lo usamos, cuándo lo desechamos. Desde la Delegación de Consumo del Ayuntamiento de Córdoba lo tienen claro: cambiar nuestros hábitos no es solo una opción, sino una necesidad urgente. Por eso han impulsado una nueva campaña de concienciación que pone el foco en la sostenibilidad y la salud, conectando lo global con lo cotidiano.

La iniciativa se basa en dos pilares: la necesidad de construir una Córdoba saludable y sostenible, y el cumplimiento del deber legal de formar e informar a la ciudadanía sobre prácticas de consumo responsables. En la entrevista concedida a COPE Córdoba, la delegada de Consumo, Cintia Bustos,  ha desgranado los detalles de un programa que busca transformar mentalidades desde el conocimiento y la acción.

"La sostenibilidad empieza en casa", afirma, y su mensaje es claro: para que las generaciones futuras puedan vivir en un entorno saludable, quienes habitamos el presente debemos revisar nuestra forma de consumir. Y no se trata solo de reciclar más, sino de consumir menos, elegir mejor, reparar antes que reemplazar y optar por empresas comprometidas con el medio ambiente.

La campaña incluye materiales audiovisuales como un vídeo explicativo en alta definición, charlas informativas, y una calculadora de impacto ambiental para que cada ciudadano pueda medir de forma sencilla el efecto que su estilo de vida tiene sobre el planeta. “Al final, la pregunta es sencilla: ¿realmente necesito lo que compro? ¿Qué consecuencias tiene para mi salud y para el entorno?”, plantea la delegada.

Los datos que sustentan esta campaña son contundentes. Vivimos en un modelo de economía lineal que ha contribuido al aumento de enfermedades como la obesidad o la ansiedad, al agotamiento de recursos naturales, a la contaminación urbana y al incremento de la temperatura global. De ahí la urgencia de cambiar hacia un modelo circular que premie el uso consciente de recursos, el consumo local, la alimentación vegetal y la movilidad sostenible.

La propuesta del Ayuntamiento se alinea con organismos nacionales e internacionales como la ONU, que en su Objetivo de Desarrollo Sostenible número 12 insiste en la importancia de garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. En este contexto, la educación juega un papel esencial, y por ello desde la Delegación de Consumo se insiste en la "alfabetización ambiental" de la ciudadanía. Porque sin conocimiento no hay conciencia, y sin conciencia no hay transformación.

El programa también aborda una cuestión menos visible pero igualmente relevante: el consumo de pantallas. El uso excesivo de dispositivos digitales tiene implicaciones no solo para la salud mental, sino también para el consumo energético global. "No se trata de renunciar a la tecnología, sino de usarla con criterio", explica la delegada.

La campaña estará activa durante los próximos meses y se desarrollará en colaboración con centros educativos, asociaciones de consumidores y entidades sociales. Uno de sus objetivos es implicar a personas de todas las edades, porque el cambio no entiende de generaciones.

“Vivir de forma saludable y sostenible no es más caro ni más difícil. Es una decisión que parte del conocimiento y se convierte en hábito”, concluye la delegada. Un mensaje que resuena en un momento donde cada acción individual cuenta, y donde repensar lo cotidiano puede ser el primer paso hacia un futuro más justo y habitable.

La entrevista completa, disponible en audio en esta misma página, ofrece una visión más cercana y detallada sobre esta campaña que, sin grandes estridencias, propone un giro profundo en nuestra forma de entender el consumo. Porque quizás, como dice la propia campaña, “consumir menos, es vivir más”.