El Banco de Alimentos de Córdoba reparte 900.000 kilos en medio año y alerta de la pérdida de apoyos europeos
El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, ha visitado las instalaciones para conocer de cerca el trabajo que realizan y

Entrevista a Rafael Revuelto y Jesús Fernández
Córdoba - Publicado el
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El Banco de Alimentos Medina Azahara de Córdoba ha cerrado el primer semestre del año con un balance tan positivo como desafiante. En apenas seis meses, la entidad ha repartido 900.000 kilos de alimentos entre 17.800 personas, gracias al esfuerzo de su equipo de voluntarios, la colaboración de más de 80 Cáritas parroquiales y la solidaridad de empresas y particulares.
De la cantidad total distribuida, en torno a un 35% procede de mermas alimentarias facilitadas por cadenas de supermercados como Carrefour, El Corte Inglés, Aldi o Mercadona. Estos acuerdos permiten recuperar productos aptos para el consumo que de otro modo se desperdiciarían, contribuyendo no solo a combatir la pobreza alimentaria, sino también a la sostenibilidad.
Pese a estas cifras, los responsables del Banco de Alimentos reconocen que la situación es cada vez más compleja. El presidente de la entidad, Rafael Revuelto, ha subrayado que “llegar a este número de personas no ha sido fácil durante los últimos años, debido a la desaparición de la ayuda de la Unión Europea y al incremento de los precios sin un aumento paralelo de los salarios”.
Hasta hace dos años, el Banco recibía 800.000 kilos adicionales procedentes de fondos europeos, una aportación que era decisiva para mantener el nivel de asistencia. Revuelto advierte que la ausencia de esta ayuda se nota especialmente entre quienes no cuentan con hijos menores de 16 años, un perfil que queda fuera de otras líneas de apoyo y que depende en gran medida de la acción solidaria. “Los 800.000 kilos que hemos dejado de recibir va en contra de las personas y, sobre todo, de aquellas que no tienen hijos menores de 16 años para recibir ayudas y a las que el Banco de Alimentos no les puede proporcionar todo lo que necesitan”, explicó.
En la misma línea, el presidente destacó que “se ha notado la bajada de alimentos recogidos”, un problema que obliga a intensificar las campañas de donación y a reforzar la captación de voluntarios. El vicepresidente, Juan José Cash, detalló que el trabajo del Banco de Alimentos se apoya en una logística precisa y en una red de distribución que hace posible que los alimentos lleguen a miles de hogares en Córdoba y su provincia. La visita del obispo
En este contexto, el Banco de Alimentos recibió este jueves la visita del obispo de Córdoba, Jesús Fernández, quien quiso conocer de primera mano la labor de la entidad y mostrar su respaldo a esta causa. Durante su recorrido por las instalaciones, Fernández destacó la profesionalidad y el entusiasmo con los que se organiza la actividad diaria.

Reunión mantenida antes de antes de atender a los micrófonos de COPE
“El Banco de Alimentos es un puente de solidaridad que conecta dos orillas, la de aquellos que donan alimentos y la de los que lo reciben”, expresó el prelado, que también puso en valor “la ilusión e intensidad” con las que trabajan sus responsables y voluntarios.
El obispo agradeció públicamente la colaboración de instituciones, empresas y personas particulares que hacen posible que tantas familias puedan alimentarse con dignidad. Asimismo, se comprometió a reforzar la implicación de la Iglesia en las campañas de recogida de productos. “En las recogidas habrá un mayor número de voluntarios de Cáritas, para llegar a más personas y poder así continuar con esta labor en la ciudad”, anunció. Un reto colectivo
La entidad se prepara ahora para los próximos meses con el objetivo de mantener su nivel asistencial en un escenario de mayor dificultad. Desde la dirección se insiste en que cada aportación cuenta, y en que la suma de esfuerzos ciudadanos será clave para compensar la falta de fondos europeos y el aumento de los costes de los productos básicos.
“El apoyo de los supermercados, de las Cáritas y de cada persona que aporta su tiempo o sus alimentos es lo que nos permite seguir en pie”, recordó Revuelto, convencido de que la solidaridad de Córdoba seguirá marcando la diferencia.
El Banco de Alimentos Medina Azahara encara así un futuro lleno de retos, pero también de oportunidades para fortalecer su papel como red esencial de apoyo social. Una labor que, en palabras del obispo, necesita ser “transmitida en la sociedad para que se conozcan los beneficios que aporta y se multiplique el compromiso de todos”.