El Ciudad de Lucena no pudo ni asustar a un Sevilla que se tomó la Copa como si de su eliminatoria de Champions se tratara. El resultado final dejó patente la enorme diferencia -tres categorías- entre ambos conjuntos.

El entrenador local Dimas Carrasco, tal y como prometió, hizo titulares ante el Sevilla a los seis jugadores que la pasada temporada contribuyeron a la clasificación para la Copa del Rey. El sevillano, valiente, mantuvo el 4-1-4-1 asumiendo riesgos ante un enemigo muy superior.

Por su parte Lopetegui sacó al campo a casi todos sus titulares habituales con la intención de resolver por la vía rápida. Funcionó. Ya en el 2’ una transición rápida unida a un desajuste de la zaga local propició el primer tanto por mediación de Óscar Rodríguez, quien recortó con clase a Álvaro Pérez y batió a Adri Soto.

El conjunto de Dimas Carrasco intentó reaccionar con más voluntad que acierto y llevó cierta inquietud al área de Bono en un centro desde la derecha que trató de controlar, sin éxito, Maero.

Pero el Sevilla estaba en plan Champions y en el 14’, en una acción muy protestada por la grada por un teórico fuera de juego, De Jong se plantó delante de Soto y, tras sentarle con clase con un amago, metió el segundo.

En el 16’ un disparo de Conejero se estrelló en el cuerpo de Gudelj, que tuvo que ser atendido y el primer chut a puerta celeste llegó en el 19’ por mediación de Víctor Morillo (atajó fácilmente Bono).

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— C.D Ciudad de Lucena (@ciudaddelucena) December 15, 2020

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El choque se dio una tregua hasta que en el 30’ una brillante acción individual de Franco Vázquez terminó con un disparo al poste izquierdo de la meta de Soto. Al borde del descanso, un dudoso penalti sirvió para que Joan Jordán colara el tercero.

A la reanudación llegaron los cambios con la intención unos de darle el gusto a cuantos más mejor y los otros para dar descanso a futbolistas que deberán estar activos en tres competiciones. El Sevilla bajó un poco el ritmo y eso permitió tener algo de posesión al Ciudad. Un disparo desviado de Mario Ruiz terminó una buena combinación de los de Carrasco en el 50’ y otro de Michael Conejero en el 52’ tras un saque de banda certificaron el buen arranque local. Un posible penalti de Sergi Gómez sobre Conejero supuso un nuevo punto de inflexión en el choque. El Sevilla volvió a adueñarse del balón desde ese momento y hasta el final para dedicarse a defender desde la posesión y apenas un susto provocado por un alarde de su meta Bono y una brillante acción individual de Mario Sánchez movieron a la afición local de sus localidades en una noche muy fría.

El final del partido supuso el final de un sueño de una noche de invierno, pero un paso más en la historia de un club joven, pero con mucha ilusión y ganas de crecer. El fin de semana llegará la vuelta a la realidad en su duelo contra el Salerm en el que ya se jugarán el pan de cada día.