Cinco destinos más en la provincia de Córdoba para disfrutar este fin de semana
Lucena, Puente Genil, Hinojosa, Baena y Espejo, interesantes opciones cercanas para una escapada
Redacción COPE Córdoba
Córdoba
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Los cordobeses ya pueden desplazarse -como figura dentro de las medidas de desescalada del confinamiento previstas por el Gobierno- dentro de la provincia. Muchos añorarán salir de los límites fijados en 1833 por Javier de Burgos, pero en los 13.771 km² en los que los cordobeses se pueden mover hay mucho por disfrutar.En este serial les vamos a recordar algunos de los rincones más bellos de los 77 municipios por los que podrán viajar en unas semanas.
La Perla de Sefarad es la segunda ciudad en número de habitantes de toda la provincia de Córdoba. Cerca de este núcleo urbano tuvo lugar la célebre batalla de Munda entre Julio César y Pompeyo. Entre los siglos IX y XII Lucena estuvo prácticamente habitada al completo por judíos, que dejaron impronta en las callejuelas que surcan el casco histórico. La Plaza Nueva es el centro neurálgico de Lucena, con su imponente Iglesia gótica-renacentista de San Mateo -considerada la Catedral de la Subbética- y la imagen de la Virgen de Araceli. Aquí se encontraba hasta 1240 la principal Sinagoga lucentina. En el interior de San Mateo, sobresale la Capilla del Sagrario, una de las joyas del Barroco cordobés. Otros puntos de interés en Lucena son la Parroquia de Santiago, la Iglesia de San Pedro Mártir de Verona, la Necrópolis Judía, la Iglesia conventual de San Martín o la Torre del Moral donde estuvo preso el último Rey de Granada Boabdil. Desde 2006 también se puede visitar la Basílica Paleocristiana de Coracho. A seis kilómetros del centro, además, se encuentra el Santuario de la Virgen de Araceli, con formidables vistas de la Subbética.
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Villa que comprende desde 1834 las antiguas poblaciones de La Puente de Don Gonzalo y Miragenil. En el puente sobre el Genil que anuda las dos viejas villas se erige un sencillo monumento conmemorativo con la inscripción de unos versos de un soneto del poeta local Antonio Almeda: “nunca parta tu corazón el río”. Puente Genil es ciudad de poetas. Allí nacieron Manuel Reina, Juan Rejano, Ricardo Molina y Antonio Almeda. Otros atractivos pontaneses son la Iglesia de la Concepción (siglo XVI-XVIII, su patrona desde que a ella se acogieron para protegerse del cólera o la Iglesia de Jesús Nazareno (siglo XVI), El Terrible, patrón de la villa. Puente Genil fue el primer pueblo de Andalucía que tuvo luz eléctrica y el segundo de España, después de Barcelona lo que propició que tuviera un importante crecimiento durante el siglo XX, construyéndose en su término hermosas casas señoriales. A tres kilómetros del centro de Puente Genil se encuentra la Villa Romana de Fuente Álamo, con el único aula tetraconque que se conoce en la Bética.
Dos plazas concentran el encanto de esta localidad serreña, lugar donde el Marqués de Santillana encontró a la vaquera que cautivó su corazón y pluma. La Mayor -conocida como la de la Catedral- está presidida por la Iglesia de San Juan Bautista, conocida como la Catedral de la Sierra. Es uno de los edificios más monumentales del norte de Córdoba. Fue declarado Monumento Histórico Artístico de carácter Nacional el 5 de febrero de 1981 y actualmente está catalogado como de Bien de Interés Cultural. Edificio gótico de mediados del S. XV con portada renacentista, planeado por el célebre Hernán Ruiz. Juan Bernier la ensalzó diciendo que era el “granito para la eternidad”. La otra plaza célebre de Hinojosa, más recogida, es la del Duque de Béjar. En ella se encuentra la Iglesia conventual de las Concepcionistas, con sus esbeltos contrafuertes. No se debe abandonar esta localidad sin visitar la monumental fuente del Pilar de los Llanos, labrada en 1571, en cuyo frontón se aprecian los escudos del condado de Belalcázar. Fue uno de los descansos de la Cañada Real Soriana.
La esbelta torre barroca de Santa María La Mayor de Baena fue duramente castigada durante la Guerra Civil, pero un gran trabajo de restauración completado en 2003 permite hoy disfrutar de su elegante construcción propia de la arquitectura cordobesa del siglo XVI. En la fachada sobresale a Puerta del Perdón, de estilo plateresco. Otras sobresalientes iglesias en Baena son la de Santa Marina (siglo XVIII), la conventual de San Francisco (siglo XVII) y la de Nuestra Señora de Guadalupe (siglo XVIII). En Baena también merece la pena atravesar las calles de la antigua Almedina con las casas blasonadas que demuestran su pasada grandeza. La Plaza del Palacio y el Arco de la Villa son dos ejemplos más de bellas construcciones civiles de esta localidad que además, desde enero de 2011, cuenta en su término municipal con el Yacimiento de Torreparedones. Se trata de una ciudad íbero-romana cuyo nombre todavía se desconoce - ¿Ituci Virtus Iulia? ¿Bursavo? - y que atendiendo a los restos encontrados debió ser un importante oppidum primero y ciudad después.
El nombre de Espejo procede del latín Speculum, traducido como Atalaya.Juan Bernier la describió así: “Espejo es la atalaya de los trigos, el galeón gigante entre olas de mieses”. Desde donde quiera que se mire, la silueta medieval del Castillo domina las vistas de Espejo. En tiempos romanos Ucubi, tal era su nombre, fue una de las ocho colonias romanas de la Bética tras el apoyo que dieron sus habitantes a Julio César contra Pompeyo. Su importancia estratégica se aprecia en el formidable castillo, ubicado en un lugar verdaderamente privilegiado, sobre la cota 418 m, la más alta de la Campiña que lo circunda. Se levanta a finales del siglo XIII, a partir de las conocidas como Torres de Pay Arias. La Parroquia de San Bartolomé (1843) es un templo gótico-mudéjar de tres naves de arcos apuntados apoyados en pilastras cruciformes. Muy agradable transitar por las calles sin mirar el reloj por las calles Antón Gómez o Amaro.
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