Encuentra en Tarifa la cuenta de la boda de su abuela y lo que descubre en el ticket le deja descolocada: “Visto lo visto...”
Se llama Saray y a través de sus redes sociales dejaba al descubierto lo que encontraba de la boda de sus abuelos en Andalucía, en pleno franquismo

Boda en los años 70
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Cuando uno hace un repaso de su vida, se da cuenta de que, si quisiera señalar los momentos más importantes, no serían muchos. De hecho, bastarían los dedos de una mano para contarlos. Y curiosamente, suelen coincidir bastante con los de las mismas personas que nos rodean.
Por ejemplo, ese cumpleaños inolvidable en el que lograste hacer una reunión con familia y amigos, el instante en que conociste a alguien que marcó tu vida, o el nacimiento de tus hijos. Pero hay un día en particular que permanece imborrable en la memoria de quien llega a vivirlo: el día de tu boda.
Y es que, para la mayoría, se trata del acontecimiento más trascendental de su vida. Es cuando decides unir tu vida con alguien con quien compartirás tu futuro, uniéndose en solo uno, rodeado de quienes más quieres, celebrando el amor en su máxima expresión.

Es un recuerdo que queda para toda la vida y que nunca termina empañándose. Incluso si, tiempo después, encuentras recordatorios de que aquello sucedió.
Ver las fotos de ese día, los vídeos y los regalos que te hicieron, y recordar de nuevo esa sensación de que la felicidad era algo que iba a estallar en tu pecho. Esos sí, cuando ves algún recuerdo material, podrás llegar, en un minuto, hasta ese día.
Lo que descubre de la boda de sus abuelos
Esto ha pasado en Tarifa, donde Saray, una joven, descubría detalles de la boda de sus abuelos. Resulta que, junto a su abuela, decidió revisar recuerdos que esta tiene por casa y comentarlos.
Así fue cómo empezaba a grabar parte de los recuerdos de su abuela, mientras explicaban en qué consistían. En ese momento, llegaron a uno de los recuerdos más importantes en la vida de su abuela y, en consecuencia, en su propia vida: su boda.
Llegaron a encontrar la cuenta del banquete de la boda, y ahí fue donde descubrieron un detalle que, a Saray particularmente, le llamó mucho la atención.
No era otra cosa que el precio, que, desglosándolo, les había costado 1,70 euros por menú. Algo completamente impensable en una época actual, donde el menú pasa de más de 200 euros, como poco.
“Mi abuelo en esta época ganaba al mes 36 euros, aquí te diste el homenaje. De regalo, visto lo visto, te meterían 30 céntimos. El 600 les costó 400 euros, y ahora eso no cuesta ni el carné” decía Saray.
Al final, entre recuerdos y fotos, daban una tierna y entrañable imagen de abuela y nieta, que se divertían como niñas viendo todos los regalos y recuerdos que quedaban de un día tan especial.
Lo que ocurrió en pleno banquete de novios
Aunque a veces pensemos que esas historias de plantones en pleno altar (o minutos antes de la boda) sean propias de las películas, lo cierto es que también ocurren en la vida real. Y, de hecho, a veces son todavía más caóticas.
Una de estas anécdotas nos la contaba un oyente de 'La Tarde' que, durante muchos años, se ha dedicado a organizar en hoteles bodas, bautizos y comuniones, y claro, con esa experiencia, le ha dado tiempo a ver infinidad de cosas. Cosas que son propias de novelas románticas (o no tanto) y de películas.
Es lo que vio tras una boda en pleno banquete de novios. Justo, como recordaba este oyente, antes de la barra libre. “Cogió el novio, le dijo que debajo de las sillas tenían un regalo para ellos, un sobre” contaba.

Boda
Lo que ellos no esperaban es que, lo que iban a ver, cambiaría el rumbo del matrimonio y del día que estaban celebrando. “Abrieron el sobre y vieron las fotos de la novia con el novio o marido de la hermana de ella. Imaginaros lo que se montó allí” seguía contando este oyente.
“Dijo el novio, bueno, “todos por parte de la novia, fuera de aquí, que yo me voy con mis invitados y mi familia a la barra libre”. Y al viaje de novio se fue él con, no se sabe, pero se fue él y pagó toda la boda y todo. Eso sí, se quedó con los sobres de los invitados, del dinero” contaba.
Y, como comentaban Pilar García Muñiz y Rosa Rosado, al menos el novio tuvo una actitud “proactiva”. “En lugar de quedarse en una esquina llorando, que lloraría lo suyo también, dijo, esto por lo menos lo soluciono con los míos, ya que estamos de fiesta y barra libre, la barra libre siempre hay que aprovecharla, pues vamos a aprovecharla. Yo creo que ya iba llorado”.