"No hay amor verdadero sin entrega" dice monseñor José Rico Pavés ante la solemnidad de la Santísima Trinidad que, este domingo traerá aparejada la Jornada Pro Orantibus. "Ahí se nos desvela la verdad del amor y de la condición humana" afirma el obispo de Asidonia-Jerez en su reflexión semanal asegurando que "resuena en este día la proclamación gozosa del evangelista San Juan: tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que todo el que crea en Él no perezca sino que tenga vida eterna".

"La inmensidad del amor divino se revela en la entrega del Hijo que alcanza su cima en la Pasión, Muerte y Resurrección, por eso el discípulo amado introduce el relato con palabras admirables: habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo" parafrasea de las Sagradas Escrituras correspondientes a este domingo 4 de junio. "El objeto de ese amor hasta el extremo es el ser humano, de ahí la dignidad altísima de toda persona humana, creada única e irrepetible, capaz del amor infinito de Dios", explica Rico Pavés.

Significa el pastor esta "sorprendente paradoja que descubre la verdad de Dios y del ser humano; en la Cruz, el odio y el pecado del mundo son vencidos para siempre por el amor extremo y la santidad; la mentira, la maldad, el horror y la muerte no son para el ser humano; no somos seres para la muerte ni para la condena sino para la vida y la salvación; hemos sido creados para la verdad, la bondad y la belleza, hemos sido creados para la vida eterna, es decir para compartir la vida en comunión del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo".

Escúchalo aquí como también puedes en antena en el 105.8 FM y 1134 OM: hoy viernes en 'El Espejo de Asidonia-Jerez' (13:33 horas) y el mismo domingo en 'Iglesia Noticias' (09:45 horas). Prepara así la llegada de la solemnidad de la Santísima Trinidad y la Jornada Pro Orantibus sobre la que el obispo dice ser "oportunidad para rezar por los que rezan y dar gracias a Dios por las personas que consagran su vida a sostener su oración a los demás en el claustro de un monasterio; las monjas y monjes gritan al mundo con su silencio lleno de oración".

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