Algún despistado se acercaba este Lunes Santo a la Iglesia del Carmen y veía las puertas del magnífico templo gaditano cerradas. La cara de sorpresa se podía disipar pronto pues a unos metros del templo de las Carmelitas el epicentro cofrade del barrio se eregia en la calle Bendición de Dios donde se encuentra la capilla del Beato José Diego de Cádiz.

La hermandad del Prendimiento, erradicada allí, decidió moverse esta Cuaresma por aquello de “no hacer un traslado a escondidas o lo que fuera. Hemos optado por quedamos aquí y eso también nos da intimidad”, explica el hermano mayor Rafael Galeano.

Una multitud se agolpa en la puerta de la capilla. La estrechez de la acerca hace que prácticamente se invada la calzada, más aún cuando la comitiva del Ayuntamiento llega para saludad a la cofradía y ver las imágenes. José María González, alcalde de Cádiz, junto a varios miembros del equipo de gobierno y el presidente del Consejo de Hermandades Juan Carlos Jurado, son recibidos por la cofradía en un Lunes Santo diferente pero mejorado respeto a 2020.

El altar dispuesto en la capilla del Beato le da un tono de emoción e incluso de sentimientos encontrados. Jesús del Prendimiento, la Virgen del Patrocinio y muchas caras de emoción. “Me ha sorprendido que he visto a muchas personas llorar tras encontrarse con nuestros titulares”, reconoce Galeano.

Bendición en la calle

También el pregonero de esta Semana Santa, Iván Roa, acompaña a la comitiva oficial y expresa lo que le transmite la imagen de la hermandad en la capilla del Beato. “Es un lugar muy acogedor, la cofradía ha hecho un montaje espectacular sin necesidad de nada extraordinario para realzar las imágenes. Hay que agradecer el gran trabajo que están haciendo las hermandades, el Cádiz cofrade está respondiendo como siempre”.

El pregonero explica ese sentir del gaditano estos días. “Tenemos esa cosa de no ver procesiones pero nos estamos encontrando con muchos amigos, hablar de las hermandades y visitar a las imágenes. Tenemos esa penita y lo único que pedimos es que esta pandemia acabe”.

Tras atender al alcalde y posteriormente al portavoz del Partido Popular Juancho Ortiz, el hermano mayor de Prendimiento se relaja unos segundos tras una mañana atareada. “Son sensaciones extrañas, distintas a la de cualquier Lunes Santo pero también muy diferentes a las del año pasado. Estamos teniendo la oportunidad de acercarnos a nuestros titulares y eso ya es algo muy importante respecto al año pasado”.

Rafael Galeano apunta que “he notado en los actos de la Cuaresma que los hermanos necesitaban estar con sus titulares. En tiempos de dificultad y en esta pandemia se acrecienta la devoción. He visto a mucha gente llorando saliendo de la iglesia. Es de agradecer que este año podemos tenerlos muy cerca”.

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