Números en mano, era el día menos propicio para lograr la victoria en el seno de la UDA. Los rojiblancos se presentaban al partido en plena racha de cuatro jornadas sin ganar. Con un punto (en el último encuentro contra el Cartagena) de estos 12 posibles. Enfrente, un Fuenlabrada que aterrizaba en el Estadio de los Juegos Mediterráneos siendo el único de toda la Liga SmartBank que no sabía lo que era perder hasta el momento. Y, además, con la opción de poder dormir como colíder. Sensaciones de que habría que esperar a otra vez para que ambos conjuntos rompieran sus amplias rachas.

Pero esto es fútbol y se trata de la, quizás, competición más igualada de todo el panorama europeo de elite. En el que todo puede pasar. En el que lo hecho anteriormente, el presupuesto, los nombres y demás historias no cuentan para nada. Y así ha sido. El Almería ha ganado y goleado a un Fuenlabrada que solamente compareció en los primeros 20 minutos. Cuando sí se notó la dinámica con la que llegaban cada uno. Con un equipo local que no quería enseñarse mucho por si los madrileños le hacían bastante daño. Sabedores de que, en los partidos de los almerienses, el que primero ha marcado se ha llevado siempre el bote total, salvo en la última cita que acabó en empate.

MIEDO APARCADO

Una vez que la UDA dejó el miedo aparcado fuera, el choque cambió de manera radical. La posesión ya era rojiblanca. La presión era superior en los almerienses. Los duelos caían del lado local. Y así llegó el primer gol. Akieme se anticipó a Franchu. Morlanes recibió en el círculo central. Levantó la cabeza y, como si fuese un pistoletazo de salida, José Corpas inició la carrera. Pase ensayado y hablado, como reconoció el goleador al término del encuentro. Porque esa jugada, que pasó por el brazo de Diéguez que de manera institiva se olía el peligro, acabó en el 1-0. Con un control con el muslo y una definición de Corpas de muchos quilates. El exterior de la bota derecha mandó el balón pegado al palo derecho de la portería de Pol Freixanet.

Así se alcazó el intermedio. En la segunda parte, el Almería jugó tal y como le había pedido su entrenador. Disfrutando de la 'fiesta del fútbol'. En lo que quiere convertir cada partido que dispute la UDA. Con una gran velocidad de balón y, sobre todo, con una presión que desarboló por completo al Fuenlabrada de José Ramón Sandoval. Haciendo que la pareja formada por Joao Carvalho y Umar Sadiq se fueran mandando mensajes con la mirada. Para saber lo que haría el otro en cada momento. Logrando siempre superar a la defensa rival. Creando un clínic de lo que debe hacer un media punta y un '9'. Los dos liderando el ataque, en su más amplio sentido de la palabra, de un equipo que recuperaba todas las buenas sensaciones de golpe.

EJECUTOR

Teniendo a José Corpas como ejecutor. El linarense marcó el segundo. Akieme centró desde la izquierda. No llegó Sadiq. Los centrales tampoco. Menos el lateral izquierdo (Glauder). Así que el jiennense la paró con el pecho y, en el bote, le pegó cruzado con la diestra. Y gol. No sería el último ni de su cuenta ni del equipo. Porque en la jugada que definió todo, Samú Costa recibió una patada de Pathé Ciss. El colegiado decidió seguir para que la UDA montara la contra por la izquierda. Como José Gomes les había pedido a sus jugadores, cambio de juego y autopista por la derecha. Centro de Corpas y Sadiq cae en el área pequeña. Ahí para el partido Ais Reig. Muestra la amarilla a Ciss, que era la segunda y lo expulsó. Para dirigirse de nuevo al área del Fuenlabrada y pitar penalti por el derribo al delantero nigeriano. La única forma de pararlo.

Estaba claro que era la noche de Corpas. Así que el que ejerció de capitán, con dos goles ya en su haber, lo lanzó para anotar el primer hat-trick de su carrera profesional. Para dejar los tres puntos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Para romper la racha de cuatro partidos sin ganar en los almerienses. Para que el Fuenlabrada encajara su primera derrota del curso. Y para muchas cosas más. Que ya se verán en un futuro que no tardará en llegar, al haber dos jornadas en la semana que comienza este lunes. Esto no para.