Este jueves día 8, al caer la noche, Almería se teñirá de azul para dar visibilidad a la dislexia, una dificultad específica del aprendizaje que afecta como mínimo a un 10% de la población, coincidiendo con su Día Mundial. Lo hará iluminando de este color las fuentes más emblemáticas de la ciudad como son la del Obelisco I, la de la Plaza San Pedro, Plaza Virgen del Mar, 102 Pueblos y la de la nueva rotonda de la Calle Santiago.

Con esta iniciativa, #UnidosPorLaDislexia, promovida por la Federación Española de Dislexia y seguida por la Federación Española de Municipios y Provincias de España (FEMP), en la que se encuentra la ciudad de Almería, el Ayuntamiento quiere apoyar con este gesto a todas las personas que la sufren demostrando, una vez más, que Almería es una ciudad inclusiva.

¿QUÉ ES LA DISLEXIA?

En la declaración institucional que tendrá lugar en el Parlamento andaluz con motivo del Día de la Dislexia, la Federación Española de Dislexia indica que "es un trastorno del aprendizaje de carácter persistente que supone dificultad para la lectura con fluidez, la comprensión lectora y la escritura. Se calcula que es una realidad que afecta en torno al 10% de la población mundial y que compromete la habilidad para identificar los sonidos del habla y para comprender cómo estos se relacionan con las letras y las palabras". Así mismo, señala que "a consecuencia de esta combinación de dificultades en el aprendizaje, la dislexia también puede manifestarse en las emociones y la conducta, ya que afecta a actividades como la socialización, la memoria o el manejo del estrés".

Inciden desde la federación en que "se constituye, por tanto, como un trastorno invisible directamente relacionado con el fracaso escolar, al ser la lectura una habilidad básica en todo el sistema educativo". Por eso, pese a no estar relacionada con la inteligencia, "los estudiantes con dislexia tienen que hacer un sobreesfuerzo constante para avanzar al mismo ritmo que otros alumnos".