La carretera N-340a entre Almería y el núcleo roquetero de Aguadulce permanecerá cerrada al tráfico de manera indefinida hasta que el talud que este lunes ha sufrido un desprendimiento de rocas en el kilómetro 432.6 sentido Roquetas de Mar se inspeccione a fondo a fin de comprobar si precisa de obras o no hay peligro de nuevos desprendimientos.

Fuentes de la Subdelegación de Gobierno han trasladado a Europa Press que se ha optado el corte de la vía a modo preventivo ante la posibilidad de que puedan darse nuevos desprendimientos en la zona, ubicada en una zona consecutiva a la que fue objeto de intervención la pasada primavera tras los desprendimientos de diciembre.

La vía quedó cortada en los dos sentidos en torno a las 16,00 horas por parte de Carreteras y, por el momento, no se reabrirá al tráfico hasta nueva orden. Fue sobre las 15,15 horas cuando se produjo la caída de varias rocas por esta transitada carretera.

SIN HERIDOS

Desde emergencias 112 Andalucía han indicado que el primer aviso por parte de uno de los conductores ha tenido lugar poco antes de las 15,25 horas, aunque han sido varios los usuarios los que han informado de la presencia de piedras de "gran tamaño", algunas "tan grandes como un coche" sobre la calzada.

En este sentido, se ha dado aviso a Policía Local, Guardia Civil y a mantenimiento de carreteras. Los avisos no han dejado constancia de heridos por los desprendimientos en la zona, que obstruyen especialmente el carril derecho sentido Roquetas de Mar.

NO HACE NI UN AÑO QUE SUCEDIÓ ALGO SIMILAR

La carretera se mantuvo 65 días cerrada antes de su apertura parcial en marzo de este año tras los desprendimientos que registró en la madrugada del 31 de diciembre del pasado año, que dejaron entonces inutilizable la carretera. Las obras comenzaron el 5 de febrero y, tras su apertura parcial, continuaron para finalizar en los primeros días de julio.

Dichos trabajos, según informó la Subdelegación de Gobierno, contaron con un presupuesto de 639.224,12 euros y sufrieron un ligero retraso respecto de la fecha de finalización inicialmente prevista debido a la demora en la llegada de material durante el estado de alarma.