Asustado y hundido tras conocer que “no hay indulto”. Se lo han denegado. Así se encuentra Juan Pedro Gallego, un vecino de 38 años de la localidad almeriense de Fines, que en en el mes de noviembre ingresará voluntariamente en la cárcel para cumplir una condena de tres años por una riña ocurrida en 2009 en una discoteca. Han pasado 11 años de aquella pelea en Oria en la que, según su mujer, Carmen, “solo se defendió” con un taburete de un hombre que iba a agredirle.

A PRISIÓN POR "UNA INJUSTICIA", SEGÚN RELATA SU MUJER

Juan Pedro está “depresivo, angustiado, bloqueado, no puede articular palabra”, señala en COPE Almería su esposa quien indica que, “si nada ni nadie lo remedia” su marido acabará entre rejas “por una injusticia”. Carmen relata que “esa persona buscó pelea con mi marido, rompió un vaso encima de la barra y fue a atacarlo” y añade que “se abalanzó sobre Juan Pedro y comenzó a golpearle por detrás de la nuca”. Para protegerse, este vecino de Fines, utilizó un taburete con el que, tal y como recoge la sentencia, le provocó lesiones “permanentes en un ojo”.

Carmen asegura que aunque no han podido demostrarlo, “ese señor ya tenía una lesión ocular una semana antes del altercado” pues “hay un certificado médico que así lo dice y lo tenemos en nuestro poder”.

La mujer de Juan Pedro afirma que “no ha perdido el ojo, conduce y trabaja sin problemas, hace vida normal”.

CLAMAN JUSTICIA

Esta mujer lamenta que su esposo, padre de familia, que lleva 16 años como empleado en una fábrica de mármol de la zona, tenga que ir a prisión. Se pregunta cómo va a pagar desde la cárcel la indemnización de 120.000 euros a la que tiene que hacer frente por un delito de lesiones que insiste “no cometió”.

A su parecer, “este señor quiere destrozar una familia, arruinarnos la vida”. Carmen considera que “la situación clama al cielo” y pide que “la justicia actúe como justicia” al tiempo que lamenta que haya pasado “demasiado tiempo”.

UNA PESADILLA QUE DURA DEMASIADO

En COPE Almería comenta que Juan Pedro “no necesita ninguna reinserción ni rehabilitación”. Lo que necesita es trabajar para pagar la responsabilidad civil, estar con su familia y criar a sus hijos en paz”.

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Carmen y Juan Pedro esperan que “acabe esta pesadilla” cuanto antes.

“Hay muchas cosas que no puedo contar y me tengo que morder la lengua pero espero que todo se resuelva y se pueda demostrar la inocencia de mi esposo”, concluye.