Tenis | ATP Finals
Djokovic y Ruud se citan en la final de Turín
El serbio tuvo que sudar para meterse en la final del Torneo de Maestros en busca de su sexto título. El noruego tiró por la vía rápida.

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Madrid - Publicado el - Actualizado
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Con sufrimiento y todavía pagando el esfuerzo de su batalla ante el ruso Daniil Medvedev del viernes, el serbio Novak Djokovic tumbó en dos sets, por 7-6 (5) y 7-6 (6), a la revelación del torneo, un Taylor Fritz que a punto estuvo de llevar la contienda a la tercera manga, pero al que le faltó el empaque que le sobró a su rival.
Nole ya está en la final, a un solo partido de igualarse con el suizo Roger Federer como el tenista con más Copas de Maestros. Sería la sexta vez que levanta un entorchado que se le resiste desde 2015, pero que parece que este año tiene su nombre ya grabado, mostrándose superior al resto de contendientes.
Tuvo que medirse al estadounidense Fritz, un jugador que había demostrado hasta ahora ser digno de estar entre las ocho mejores raquetas a pesar de haber entrado de rebote en la cita, favorecido por la lesión del español Carlos Alcaraz, y que este año tenía la estadística a su favor, pues ganó cada torneo en el que llegó a semifinales.
No lo puso nada fácil el de California, pero Djokovic resistió con entereza en el momento decisivo, justo cuando Fritz le tuvo a su merced y pudo asestar el golpe clave para evitar llevar el duelo a un tercer envite definitivo.
Ruud, por la vía rápida
Por la vía rápida, exhibiendo superioridad y determinación, aunque con susto final, el noruego Casper Ruud se impuso este sábado al ruso Andrey Rublev, por 6-2 y 6-4, y se citó con el serbio Novak Djokovic en la final de la Copa de Maestros que se celebra en Turín.
Será la cuarta final del año para el noruego, que sucumbió en las del Masters 1.000 de Miami, Roland Garros -ante Rafael Nadal- y Abierto de Estados Unidos -ante Carlos Alcaraz-, e intentará que sea la redención personal de un gran año al que le falta el broche de oro.
Llega a la final de finales, además, con la posibilidad de arrebatar el puesto número dos del ránking a un Nadal al que superó en fase de grupos -solo si levanta el título- y con las buenas sensaciones que da el atropellar en las semifinales a tu rival, un Rublev que se clasificó en el grupo de la muerte tumbando al griego Stefanos Tsitsipas y a su compatriota Daniil Medvedev, pero al que la presión de disputar la semifinal de este prestigioso torneo le superó.
Seguro no pensó Ruud que las semifinales empezarían como un trámite para él. Y es que con la inercia del primer set, en el que quebró dos veces el servicio de su rival, desesperó a Rublev, que se vio envuelto en una especie de lucha interna de la que no consiguió escapar en todo el partido, cediéndole el dominio a un Ruud que no desaprovechó la oportunidad.
La grada del Pala Alpitour, ávida de espectáculo, se agarró a que Rublev ya se fue perdiendo ante Tsitsipas y acabó ganando el choque, y le dedicó varias ovaciones. Ruud trató por todos los medios no cometer el mismo error que el heleno y salió con todo en el segundo set, exhibiendo, de nuevo, el gran tenis que le ha llevado a colarse entre las ocho mejores raquetas del circuito, con una mentalidad de hierro,y quebrando otras dos veces el saque de Rublev para colocarse 4-0 arriba y encarrilar la victoria.



