El español Alberto Contador confesó que ha pasado mala noche, tras las heridas que le provocó la caída sufrida ayer en la primera etapa del Tour de Francia, pero se mostró confiado en poder seguir en carrera y en no perder tiempo o el menor posible. "He pasado mala noche. Espero pasar el día y si pierdo tiempo que sea el menor posible", aseguró el ciclista del Tinkoff en la salida de la segunda etapa en Saint-Lô, camino de Cherburgo, con 183 kilómetros. El ciclista de Pinto sufre abrasiones en toda la parte derecha de su cuerpo, tras haber caído en el kilómetro 80 de la etapa entre el Mont Saint-Michel y Utah Beach. Sin embargo, no fue sometido a ninguna radiografía al descartarse que sufriera roturas. El entorno de su equipo considera que el ciclista pasará una jornada dura, con una etapa plana en toda su primera parte pero que se disputará bajo una fina lluvia y con menos de 15 grados de temperatura. Además, el tramo final se endurece, con la meta situada en una cota de tercera categoría, la Glaciere, con apenas 700 metros de subida pero con porcentajes de hasta el 14 %. El ganador de las ediciones de 2007 y 2009 ya había advertido la víspera que caerse en el primer día de competición "no es la mejor forma de empezar" el asalto al que sería su tercer Tour de Francia. Pero aseguró que seguirá en carrera y que tratará de pasar lo mejor posible las primeras etapas para llegar totalmente recuperado al momento en el que comience la montaña.

Alberto Contador se vio implicado en una caída en el kilómetro 60 de la segunda etapa del Tour de Francia. El jefe de filas del Tinkoff estuvo involucrado en una caída en la que también estaban su compatriota Joaquim Rodríguez, del Katusha, y el francés Warren Barguil, del Giant, entre otros.

Fruto de la caída, su bicicleta sufrió algún problema mecánico que le obligó a cambiar y rodó descolgado del pelotón de favoritos durante varios kilómetros. Cuando quedaban unos 112 para el final, el de Pinto, acompañado de varios compañeros del equipo Tinkoff, se reintegró al pelotón en el que figuraban el resto de los favoritos, así como el británico Mark Cavendish, maillot amarillo, que hasta ese momento habían rodado a un ritmo no demasiado elevado.