El Papa ante la Asamblea de la ONU
"No pueden usar la carta de Naciones Unidas con cobardía"

El Papa durante su discurso ante la Asamblea de Naciones Unidas. Foto Paloma García Ovejero
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El Papa ha rechazado la "sumisión asfixiante" a los organismos financieros internacionales cuando imponen a los países sistemas crediticios "que someten a las poblaciones". Francisco ha reclamado "conceder a todos los países, sin excepción", una participación y una incidencia real equitativa en las decisiones de esos organismos, en el Consejo de Seguridad de la ONU y en mecanismos creados para afrontar crisis económicas. Eso ayudará a "limitar todo tipo de abuso o usura, sobre todo con los países en vías de desarrollo", declaró el Pontífice en un discurso, pronunciado en español, ante la Asamblea General de la ONU en su sede de Nueva York, donde llegó ayer jueves. El Papa criticó que los sistemas crediticios impuestos a ciertos países por parte de esos organismos financieros internacionales, "lejos de promover el progreso, someten a las poblaciones a mecanismos de mayor pobreza, exclusión y dependencia". Jorge Mario Bergoglio ha insistido en que "ningún individuo o grupo humano se puede considerar omnipotente, autorizado a pasar por encima de la dignidad y de los derechos de las otras personas singulares o de sus agrupaciones sociales". El Papa ha criticado lo que denominó "falsos derechos", contrarios al ideal de limitación del poder que resultaría de la "distribución fáctica del poder (...) entre una pluralidad de sujetos". Al contrario, lo que ocurre, denunció el papa, es que hay "grandes sectores indefensos, víctimas más bien de un mal ejercicio del poder", recalcó. Por último, el papa denunció el "irresponsable desgobierno de la economía mundial, guiado solo por la ambición de lucro y de poder" y advirtió que esto debe llevar a una "severa reflexión sobre el hombre"."TOTAL PROHIBICIÓN" DE LAS ARMAS NUCLEARES En otro momento del discurso, el Papa ha pedido la "total prohibición" del armamento nuclear y dijo que la "amenaza de destrucción mutua" constituye un "fraude a toda la construcción de Naciones Unidas", en un discurso en la sede de la organización. La existencia de una ética y un derecho basados en esa amenaza harían en la práctica que la ONU pasara a ser las "Naciones Unidas por el miedo y la desconfianza". Jorge Mario Bergoglio dijo que la tendencia a la proliferación de armas de destrucción masiva, como las nucleares, "niega" las afirmaciones contenidas en el preámbulo y el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas. En ella se indica que los cimientos de la construcción jurídica internacional son "la paz, la solución pacífica de las controversias y el desarrollo de relaciones de amistad entre las naciones". "Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de No Proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos", insistió. El Pontífice se refirió al reciente acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, "una región sensible de Asia y Oriente Medio", del que dijo es "una prueba de la buena voluntad política y del derecho, ejercitados con sinceridad, paciencia y constancia".