La ola de frío que ha llegado a España desde hace algo más de una semana ha provocado que hasta los más calurosos tengan que sacar el edredón nórdico para no pasar frío a la hora de dormir. Esta prenda se puede convertir en el mayor aliado de la población durante el invierno, más aún con la crisis energética que está atravesando el país por la escasez de combustibles como el gas y la subida exponencial de la luz.

Esta prenda de tu cama es muy práctica y funciona, pero a la hora de comenzar a usarlo surge el primer problema. Después de una larga temporada guardado en el armario, tu edredón nórdico puede tener un olor que comúnmente se conoce como 'a cerrado', por lo que tendrás que lavarlo. Además, el edredón se quedará cubriendo tu cama bastantes meses, por lo que tendrás que lavarlo en numerosos ocasiones.

El lavado, uno de los mayores inconvenientes del edredón

Este es el mayor problema de este artículo de la ropa de cama. La labor de lavar esta cubierta puede resultar muy tediosa, ya que después de mojar los edredones las plumas, ya sean naturales o sintéticas, se acumulan formando bolas de tejido o se apelmazan. Esto requiere una segunda tarea que pueda acabar con tu paciencia, y es que deshacer todos esas agrupaciones de tejido no son nada fáciles de conseguir y puede suponer un problema.

Una cosa que no puedes pasar por alto es que no todos los edredones se pueden lavar en las lavadoras convencionales, ya sea por el tamaño o porque esté formado por un tipo de tejido que requiere de técnicas de limpieza especiales. En caso de que se puede hacer, hay que programar la lavadora de acuerdo a las indicaciones de la etiqueta del artículo y utilizar un buen detergente y suavizante.

El truco infalible para que no se formen bolas de plumas

Para evitar este problema a la hora de lavar tu edredón nórdico, COPE.es te trae el truco definitivo para limpiar este artículo de forma correcta y que no se apelmacen las plumas. Basta con introducir en el tambor de la lavadora tres o cuatro pelotas de tenis o de pádel para que con el movimiento de la propia lavadora estas reboten en el edredón nórdico y deshagan los apelmazamientos que se producirán por el agua.

A la hora de secarse, si el método elegido es tenderlo no tendrás que hacer nada más, solo asegurarte de que queda bien extendido para que no se formen nuevas bolas de plumas. Si por el contrario utilizas la secadora (siempre y cuando el fabricante considere esta forma de secar válida para su producto), se podría volver a repetir la técnica e introducir las pelotas secas en el tambor de la secadora.

Con este sorprendente truco podrás olvidarte de la incomodidad que supone dormir con un edredón con apelmazamientos de plumas o evitar la tarea tediosa que supone deshacer todos los apelmazamientos de plumas que se forman en el lavado debido a los dobleces del material mojado.