Mucho se habla de la inteligencia artificial (IA) en la actualidad pero sus raíces vienen ya de lejos. Los avances en los algoritmos y la capacidad computacional a lo largo del tiempo han hecho que su crecimiento sea exponencial y que avance a pasos de gigante.

Su desarrollo en la década de los 2000 ha sido crucial en campos como la salud, la conducción autónoma, la atención al cliente o el reconocimiento de imágenes y voz.

Consecuencias “catastróficas”

Pero esta inteligencia que se actualiza constantemente y que aún no terminamos de comprender, además de su potencial transformador también plantea algunas incógnitas sobre su seguridad. Recientemente los gobiernos mundiales reunidos en una cumbre de seguridad sobre IA alertaron sobre sus potenciales consecuencias “catastróficas”.

Riesgos que afectan a la desinformación, la ciberseguridad o la biotecnología queobligan a velar porque el desarrollo se mantenga bajo una "supervisión humana adecuada".

Nuevos horizontes laborales

Lo que está claro es que la irrupción de esta IA abre la puerta a muchos nuevos empleos. Los expertos hablan de que la IA podría poner en el mercado a largo plazo cientos de millones de empleos.

Es el caso de los AI Prompters o 'prompt engineer' de IA (“Ingeniero de prompt) que ya empiezan a asomar la cabeza. Una profesión que se presume prometedora y que está llamando a la puerta de multitud de empresas, de hecho ya muchas empiezan a demandar este tipo de perfiles.

Pero, ¿cuál es su función?

Muchos negocios empiezan a incluir entre sus herramientas inteligencias artificiales como Chat GPT o DALL-E 2, entre otras muchas. Pero incorporar estas tecnologías no es algo tan sencillo, "hace falta una comprensión profunda y estratégica para que de verdad se optimicen procesos sin perder calidad", según explica Inesem Business School.

Ahí es donde entran en juego los IA Prompters, expertos que dominan y entrenan a estas herramientas para que ofrezcan las mejores respuestas, es decir, las nutren de los textos adecuados para sacarles el máximo provecho. Deben de tener la habilidad de formular preguntas para que los chatbots afinen en las respuestas que nos dan.

En otras palabras, son capaces de dar las órdenes necesarias a los sistemas que utilizan algoritmos de forma que se generen textos ad hoc de lo que busque un usuario.

Si se amplía su función ámbito empresarial, favorecen con su trabajo los resultados de las empresas que los contratan.

Sus conocimientos pueden por tanto contribuir a que las empresas implementen de forma positiva, proactiva y estratégica la inteligencia artificial para conseguir éxito sus objetivos.

Perfiles

Muchos de estos perfiles no precisan de titulación en tecnología, si bien es cierto que hay muchos cursos que pueden ayudarte en la formación en el ámbito inteligencia artificial.

Los interesados deben de ser "capaces de crear modelos de procesamiento de IA y datos para el entrenamiento individual", según explica Inesem Business School, si bien aclara que "muchos especialistas consideran que no es necesario ser un experto en inteligencia artificial para extraer un gran potencial de herramientas como Chat GPT o DALL-E 2".

Lo cierto es que al tratarse de una profesión aún muy en pañales hay que esperar a ver cómo se van definiendo sus funciones.

Lo que pueden cobrar

Algunos de estos perfiles son muy golosos y pueden llegar a cobrar salarios que superan los 300.000 euros anuales, según publica Business Insider.