Tomarse una cerveza es una de las costumbres que más practicamos los españoles. En un país donde habitualmente el vino ha sido la bebida alcohólica por excelencia, las cañas han terminado por imponer su espuma y burbujas como acompañamiento refrescante de cualquier aperitivo. Y aun así, a pesar de la popularidad de la bebida de la cebada, hay algunos grupos de personas que deberían evitar su consumo a toda costa. Ni una caña, ni un trago. Estos son.

¿Quién no debería beber cerveza?

Existen varios grupos de personas que no deberían tomar cerveza, bien sea por sufrir algún tipo de condición médica o porque les suponga un problema para los objetivos a nivel de su propia salud que se estén marcando.

Intolerantes al gluten

El primer caso es evidente. La cerveza es una bebida que en muchas ocasiones puede llevar gluten. Si eres una persona que no puede consumir gluten, podrías terminar padeciendo una respuesta inflamatoria en el intestino que desde luego quieres evitar. Afortunadamente, existen alternativas sin gluten y hoy en día en las grandes superficies comerciales se pueden adquirir cervezas aptas para las personas que sean intolerantes.

Diabéticos

El que es diabético sabe qué cantidad de alcohol puede ingerir en base a un buen control de su cuerpo. Aun así, la cerveza, puede producir una subida en los niveles de azúcar en sangre o, si se consume en ayunas, de la propia insulina, lo que podría llevar a la persona diabética a sufrir una hipoglucemia.

También sería aconsejable a personas que se encuentren en riesgo de padecer diabetes o convertirse en diabéticos, que eviten el consumo de cerveza, puesto que esta podría acelerar el proceso de forma irreversible.

Enfermedades hepáticas

El alcohol en general debería ser evitado a toda costa por cualquier tipo de persona que presenta alguna enfermedad hepática, es decir, que afecte al hígado, como la cirrosis. De hecho, muchas de estas enfermedades pueden estar provocadas directamente por un consumo desmedido y prolongado de bebidas alcohólicas. Si tu hígado ya está irritado, va a tener serias dificultades para procesar más alcohol, llegando a poder producir serias complicaciones para tu salud.

Personas con sobrepeso

La cerveza es una de las bebidas que más pueden hacer por arruinar tu dieta. Los expertos considera que esta bebida elaborada a base de cebada contiene entre 100 y 200 calorías con poco valor nutricional. Consumir cerveza engorda y tiene un efecto especialmente nocivo en varones. Es por ello que si tienes sobrepeso, lo ideal sería que no consumieses cerveza, puesto que puede llegar a generar complicaciones en tu metabolismo y fomentar el desarrollo de futuras enfermedades y complicaciones derivadas de un empeoramiento de ese sobrepeso.

Si quieres perder algún kilo

En relación con el punto anterior, si tu objetivo es adelgazar, lo mejor que puedes hacer es dejar la cerveza. Incluso un consumo moderado de esta bebida alcohólica puede redundar en que te sea más difícil bajar de peso, a pesar de los esfuerzos que puedas estar realizando.

Síndrome del intestino irritable o acidez estomacal

Si tienes problemas de estómago y sufres el síndrome del intestino o, por contra, tienes acidez estomacal de manera frecuente, lo sentimos, pero quizá sea mejor idea que optes por otro tipo de bebida, ya que la cerveza puede llevar a que se agraven los síntomas de estas condiciones médicas que son bastante molestas.