Este domingo conocíamos que el vicepresidente segundo del Gobierno y líder de Podemos, Pablo Iglesias, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, cancelaban su agenda para este lunes al ser ingresados sus hijos mellizos, nacidos en 2018, en el hospital Gregorio Marañón a causa de una bronquiolitis. Los pequeños llevaban varios días enfermos y el sábado empeoró su estado.

PERO ¿QUÉ ES UNA BRONQUIOLITIS?

La bronquiolitis aguda, que supone el 18% de las hospitalizaciones pediátricas, según informa Cruz Roja, se trata de una una infección pulmonar, provocada casi siempre por un virus, que deriva en la inflamación de los conductos más pequeños de los pulmones, los bronquiolos. En consecuencia estas vías se inflaman y se llenan de mucosidad lo que puede dificultar la respiración normal.

La bronquiolitis se contagia por contacto cercano a través de la inhalación de las gotículas que desprende una persona cuando tose o estornuda cerca y que luego son inhaladas. En el caso de los niños, el compartir juguetes, tocarlos y chuparlos puede favorecer también el contagio.

FRECUENTE EN NIÑOS

Esta inflamación es relativamente normal en bebés y niños de corta edad, ya que tanto su nariz como sus vías respiratorias, son pequeñas y se obstruyen con más facilidad.

Además, según explica el portal especializado Kidshealth se trata de una afección más frecuente durante los dos primeros años de vida, en varones o bebés prematuros. En el caso de Leo y Manuel, los hijos de Iglesias y Montero, nacieron de manera prematura con seis meses de gestación.

QUÉ LO PUEDE PROVOCAR

El virus respiratorio sincitial (VRS) es el causante de buena parte de los casos, si bien existen otros virus que también pueden desencadenar una bronquilitis como el rinovirus, el virus de la gripe, el metapneumovirus humano, los adenovirus, el virus de la parainfluenza y también el coronavirus, según indica este portal.

Vivir en condiciones de hacinamiento, el tener algún familiar tenga una infección respiratoria, o la exposición al humo del tabaco, son también factores que predisponen a la infección.

TRATAMIENTO

Al tratarse de una enfermedad provocada por un virus y no por bacterias, los antibióticos no son efectivos, si bien el reposo, ingerir mucho líquido o el uso de humidificadores, pueden ayudar a aliviar el estado del pequeño en casa.

Aunque la mayoría de niños mejora de esta manera, si la dificultad para respirar persiste, se podría requerir la hospitalización para respirar con oxígeno o aplicarles líquidos por vía intravenosa.

SÍNTOMAS

El cuadro clínico se inicia con síntomas muy parecidos a los de un resfriado común, con congestión nasal, en ocasiones fiebre y en algunos casos incluso otitis. El niño es posible que luego se estacione y no empeore, o que bien que "comience a toser más, a respirar mas deprisa y con dificultad (se le marcan las costillas y el abdomen le sube y le baja de manera exagerada, y se ensanchan las fosas nasales), y a tener la respiración ruidosa, con sibilancias (hacer un sonido como un silbido de tono alto al respirar) o un sonido más grave o de burbujeo (roncus o estertores)", explica el doctor Antonio Ramón Torres (Sociedad Española de Neuomología Pediátrica)