La migraña discapacita laboral, social y familiarmente. El impacto económico supone casi 13 mil euros al año por paciente, y multiplique por las cuatro millones de personas que en España padecen esta enfermedad.

Todos estos datos se conocen gracias al Atlas de Migraña realizado por la AEMICE (Asociación española de Migraña y Cefalea) y la Universidad de Sevilla. Y se basa en las encuestas realizadas a más 2500 pacientes que sufren esta dolencia. La migraña no es un simple dolor de cabeza o cefalea. El dolor de cabeza, explican los expertos, es un síntoma de la migraña que a veces viene acompañado de vómitos, nauseas y sensibilidad a la luz o los olores. Se considera migraña crónica cuando el paciente sufre más de quince episodios al mes, y se considera episódica cuando no supera esta cifra. Sin embargo, es una de las enfermedades que más discapacita.

Ocurre más a las mujeres que a los hombres y sobre todo en edades comprendidas entre los 20 y 40 años, es decir en el momento más álgido tanto profesional como laboralmente. La doctora Pozo Rochid responsable de la Unidad de Cefale del Hospital Vall d'Hebrón, explica muy gráficamente cómo puede afectar a la vida real: “Una mujer con 54 años que lleva sufriendo migrañas desde su juventud, una media de dos a la semana, ocho al mes, si se multiplica por los años vividos, esta señora ha vivido diez años y medio de su vida con migraña. Esto a afecta a familias completas y te anima a seguir investigando cuando una niña entra en tu consulta sólo para darte las gracias porque después del tratamiento ha recuperado a una madre ausente durante tantos años por la migraña constante”.

Es abrumadora la cifra de la discapacidad laboral que maneja el informe. Casi el 25% de los pacientes han perdido su empleo, el 50% ha tenido dificultades en su trabajo y hasta el 28% no pudo ascender. Lo que provoca es falta de concentración, un gran esfuerzo para cumplir con el horario laboral, y ausencias del trabajo para poder acudir a la consulta.

El Doctor Pablo Irini, neurólogo responsable de la unidad de cefaleas de la clínica Universidad de Navarra asegura que “el Atlas ha permitido evaluar, el diagnóstico, la atención y la limitación de las personas que padecen migraña así como las consecuencias laborales y sociales asociadas. Sobre todo porque se ha percibido que se tarda a veces hasta seis años en conseguir un diagnóstico”. Esto se debe según uno de los coordinadores del estudio por “el desconocimiento entre la población y los médicos sobre esta enfermedad, hay que mejorar la formación y la conexión entre atención primaria y neurología para derribar esas barreras”. Y es que este Atlas también revela que el 25% de los pacientes no han consultado su dolencia a un médico y el 50% abandona el seguimiento en las primeras consultas.

Isabel Colomina, es la presidenta de la AEMICE, y paciente que sufre de migrañas “La vida no es fácil para nosotros, tenemos miedo a no saber cuando aparecen los síntomas, puede ser en un acto social, laboral o familiar, es muy difícil vivir así.” Para no sentir esa ansiedad (37'9%), depresión (21'4%) que afecta a la salud psicológica de las personas, hacen falta seguir los tratamientos pero también la comprensión del entorno familiar y adaptar los ritmos laborales en connivencia con el empresario o empleador. Isabel recuerda que es importante la flexibilidad horaria para poder tomar la medicación, incluso facilitar lugares de reposo para cuando se sufre una de estas crisis.

La doctora Poza Rochid recuerda que hay tratamientos para mejorar la calidad de vida. No se cura con una pastilla pero cada paciente puede gestionar un buen estilo de vida adecuado, comer a las horas que toca, dormir de manera regular, manejar el estrés e intentar controlar los desencadenantes que vienen asociados. Hay mucho componente genético y hereditario, pero recuerdan que precisamente este no debe ser el motivo de no acudir al médico en busca de un diagnóstico.

Quizás los pacientes piensen que viven su enfermedad en soledad, pero la realidad es que 83 millones de personas pueden padecer migraña al día en todo el mundo.