Traído de un libro de fantasías y leyendas místicas, en la ciudad japonesa de Ogimi se cultiva una fruta cítrica llamada shikuwasa que permite que quien la coma, pueda llegar a los 100 años. Al menos eso es lo que afirman los cientos de ciudadanos que viven en esta aldea, donde el 40% de sus habitantes tienen al menos esta edad. Se dice que las propiedades de la shikuwasa fortalecen el sistema inmunitario y es un remedio para enfermedades como los catarros o los dolores de cabeza. Su consumo, junto con una dieta sana y equilibrada, consiguen que te conviertas en centenario.

Muchos expertos han viajado a esta aldea para estudiar el comportamiento de estos ciudadanos para ver si hay algo más que el propio efecto de la fruta para que permita esta curiosa longevidad. Pero todos se han encontrado con que los habitantes de Ogimi llevan una vida de lo más normal. Muchos incluso siguen trabajando en sus oficios de toda la vida, a pesar de que tienen más de 60 años. Otros se les ve incluso consumiendo alcohol, como el sake o una cerveza.

Una aldea alejada de todo

A pesar de que se encuentra en la propia Japón y no en una de las pequeñas islas que se encuentran en la costa japonesa, Ogimi no tiene fábricas ni industrias que puedan contaminar demasiado a los ciudadanos. Tampoco tiene muchos edificios enormes. Incluso la mayoría de casas son de madera. Eso sí, están al lado de uno de los lagos más extensos de Japón.

Lo curioso es que, si vas por este pueblo, no te va a dar la sensación de que estés rodeado de civilización, sino, más bien, de naturaleza. La selva japonesa recorre los alrededores de Ogimi y la convierte en su paisaje habitual. De hecho, tampoco hay muchas carreteras cementadas, solo hay caminos de tierra.

La población más longeva y con menos enfermedades

Otra curiosidad de este pueblo japonés y que lo hemos comentado anteriormente es su alta tasa de población con más de 80 años. Y es que, el 40% de sus habitantes tienen al menos 100 años y solo un 23% se considera población joven. El porcentaje restante representa a ciudadanos de entre 60 y 90 años. Con estos datos, Ogimi es considerada el lugar con más personas viejas del mundo. Se unen así a ciudades como Ciudad de México, Okinawa o Florida como puntos del mundo con mayor población longeva.

Ogimi no solo tiene en su poder este título, ya que también comparte el de tener la población con menos enfermedades crónicas y variadas tiene. Por ejemplo, los índices de cáncer de este pueblo son los más bajos del mundo. Sus habitantes tampoco sufren de otras enfermedades como la diabetes o los tumores. Según afirman ellos en numerosos reportajes, su dieta es lo que les permite tener esta vida tan sana: “Siempre consumimos lo mismo. Arroz, soja, shikuwasa… No nos aburrimos”.