Era el año 2009 cuando Elcimar Moreira da Silva, que por aquel entonces tenía 22 años, pisó por primera vez uno de los campus de la Universidad Federal Fluminense (UFF) en Santo Antonio de Padua, Brasil. Lo hizo, no para estudiar, sino para trabajar de albañil con su padre en una obra de ampliación de uno de los edificios del recinto.

Diez años después de aquello, Elcimar se ha convertido en un estudiante de la UFF que asiste al segundo semestre de Física, una carrera que le apasiona. Todos los días, el joven sale del municipio de Miracema, donde vive, para profundizar en el complejo mundo de la física en el mismo campus que él junto a su padre, su hermano y su tío ayudaron a construir.

Un guardia civil deja KO a Rufián con esta incómoda pregunta sobre los colegios en Cataluña

La canción sobre Puigdemont usada por Vox en Vistalegre que ha hecho estallar a los independentistas

En todos estos años desde aquello, Elcimar, al cargo de una hija, fue retrasando sus estudios hasta completar la escuela secundaria más tarde que sus congéneres. Después, realizó el Enem (examen nacional de educación secundaria) y logró pasar también el examen de acceso a Física. Cuando terminó el proceso de inscripción y se vio dentro, el joven no pudo evitar demostrar el orgullo que sentía por tal logro: "Cuando entré por primera vez en UFF como estudiante, pensé: 'Amigo, ni siquiera parece que aquí es donde golpeé la losa'. Fue una gran sensación de orgullo".

Elcimar sigue trabajando de manera esporádica como albañil, profesión que le dificulta en gran medida compaginar con sus estudios, pero él disfruta sacando tiempo para estudiar lo que de verdad le apasiona. Su intención ahora es terminar la carrera y comenzar un posgrado para convertirse en docente: "Estoy feliz de estudiar física y quiero transmitir mi conocimiento de esta manera ligera y alegre"