Estas son las claves para detectar que estás sufriendo un golpe de calor y así debes actuar si lo sufres
Este domingo, comenzó una ola de calor por la que nos enfrentamos a temperaturas de hasta 42 grados en algunas zonas, lo que fomenta que las personas sufran golpes de calor

Estas son las claves para detectar que estás sufriendo un golpe de calor y así debes actuar si lo sufres
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este domingo, comenzó una ola de calor que nos ha pillado por sorpresa, ya que todavía estamos en primavera. De hecho, el portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha precisado que, según los datos registrados, podría haber comenzado el sábado y, en ese caso, sería la ola de calor más temprana, junto con la de junio de 1981, que también comenzó el 11 de junio. En un principio, estas temperaturas se mantendrán, al menos, hasta el jueves que viene, sin descartar que se prolongue algunos días más. Esto provocará que nos enfrentemos a temperaturas de hasta 42 grados en algunas zonas, siendo las mínimas 20 y 25 grados.
Esto ha provocado que se de la alerta en todas las comunidades autónomas a excepción de Galicia y Canarias, estando ocho de ellas en nivel naranja (riesgo importante) por altas temperaturas, que llegarán a 41 grados en el noreste y Extremadura. La alerta naranja se ha activado en Andalucía, Aragón, Castilla-la Mancha, Cataluña, Extremadura, Comunidad de Madrid, Navarra y La Rioja por temperaturas que oscilarán al mediodía entre los 38 y los 41 grados. Como consecuencia, que las personas sufran golpes de calor se ha convertido en algo habitual estos últimos días. Por ello, es importante conocer los síntomas y detectarlos para poder actuar antes de encontrarnos peor.
El problema principal es que una persona que está sufriendo un golpe de calor no es consciente de ello. es que la persona que está sufriendo un golpe de calor no es consciente de ello. "Somos los que estamos alrededor los que tenemos que ver esos síntomas iniciales que nos pueden hacer sospechar que esa persona los está sufriendo", cuenta Héctor Castiñeira, conocido como 'Enfermera Saturada'.
"Como es algo que sube gradualmente, muchas veces no es consciente. Entonces si nosotros tenemos una persona alrededor o nosotros mismos nos damos cuenta, pero lo habitual es que lo veamos en otro, vemos como esa persona empieza a marearse o puede incluso vomitar", aclara el experto tras apuntar que se suele dar cuando hacemos deporte o tomamos el sol durante mucho tiempo. Es por esto por lo que se deben tener muy claros los síntomas, que son los siguientes:
-Tener una temperatura corporal de 40 grados centígrados o más.
-Alteración en la sudoración.
-Deshidratación.
-Sentirse confundido, irritable o delirante.
-Tener la piel seca, caliente o sonrojada.
-Sensación de náuseas o vómitos.
- Respirar con gran rapidez o el aumento de la frecuencia cardiaca.
-Tener un dolor de cabeza palpitante.
- Tener convulsiones.
- Caer en estado de coma.

Cómo actuar si lo sufres
"Si vemos todo eso, ese mareo, esa descoordinación muchas veces en lo que dice o en lo que está haciendo, nos puede hacer sospechar que lo está teniendo", apunta 'Enfermera Saturada'. En estas situaciones lo primero que se debe hacer es intentar bajar la temperatura de la persona que está sufriendo este golpe de calor.
Para ello, se recomienda apartarnos del sol, retirar la ropa, aplicar compresas frías sobre la piel o agua y poner los pies en alto. Además, si la persona está consciente, es importante beber agua, aunque no muy fría para que no haya demasiado contraste de temperaturas. Al igual que no debes echar agua demasiado fría en la nuca. Algunas de las alternativas al agua puede ser la limonada casera, el agua con gas, refrescos sin azúcar, infusiones, frutas como la sandía, sopas frías, gazpachos o salmorejos.
Para hacer frente a los primeros síntomas, también es recomendable tomarse algún medicamento como aspirinas o ibuprofenos. En el caso de que esto no resulte efectivo y la persona vaya a peor, se debe llamar a emergencias.

Infarto producido por las altas temperaturas
Por otro lado, un golpe de calor es como una especie de infarto producido por las altas temperaturas. De hecho, esto puede derivar en un infarto, ya que el corazón tiende a trabajar más con el calor extremo. "Esto pasa porque tiene que bombear más que lo habitual para enviar mayor cantidad de sangre a la piel. Así, las glándulas sudoríparas hacen que aumente la transpiración y se logra reducir la temperatura corporal", explica el Doctor Rolando González, cardiólogo del Centro de Enfermedades Cardiovasculares de Clínica Universidad de los Andes.
"Si el corazón no está bien y se ve obligado a bombear más, la persona puede sufrir cansancio, congestión pulmonar, baja de la tensión arterial y desmayos. En algunos casos, incluso el corazón llega un límite donde no es capaz de compensar las condiciones de calor y puede sufrir un infarto masivo", aclara.



