Expertos como el doctor Esteban Pérez Almeida aconsejan no poner la calefacción demasiado alta ya que al salir a la calle seremos más susceptibles a catarros y gripes al disminuir la capacidad de respuesta defensiva del organismo. Lo cierto es que su mal uso no beneficia ni al bolsillo ni a nuestra salud. Pero ¿existeuna temperatura ideal?

El Instituto de Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda que en espacios cerrados la temperatura debe de estar entre los 19 y 21 ºC, y que se debe rebajar un par de grados por las noches, hasta los 15 y 17 grados centígrados.

Para mantener estable ese margen hay que asegurarse de que no haya fugas que alteren la temperatura de la estancia. Además debe de haber un buen aislamiento y mejor que mejor si usamos aparatos eficientes y termostatos que permitan mantener esa temperatura constante.Ten en cuenta que cada grado extra supone cerca de un 8% más de consumo, con el consiguiente perjuicio medioambiental.

Al margen del gasto económico, con más de 23 ºC el ambiente se reseca, algo fatal para la piel, -que puede deshidratarse-, para los ojos -que pueden sufir enfermedades como la conjuntivitis y por supuesto para las mucosas.

Los pacientes con asma y EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica), son más susceptibles de padecer estos problemas, además de niñs y ancianos.