MADRID
Un triste final
Cornada gravísima de Rafa Serna en el sexto novillo del festejo celebrado este domingo en Las Ventas. Guillermo Valencia, herido en el escroto, y oreja para Juan Miguel.

Rafael Serna siendo conducido a la enfermería de Las Ventas tras sufrir la cornada en el sexto toro. LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
Madrid - Publicado el - Actualizado
3 min lectura
Hubo que esperar a que San Isidro llegara a su fin para ver una novillada de categoría. Qué pedazo de encierro lidió la ganadería de Guadaira en Madrid, excelente de presentación y muy interesante en cuanto a comportamiento, con varios utreros de bandera. Enhorabuena, por tanto, al ganadero. Eso lo primero.Pero la tarde, y pesar de la "orejita" amable que cortó Juan Miguel, estuvo condicionada fundamentalmente por las cornadas que sufrieron tanto Guillermo Valencia como el debutante Rafael Serna, tremenda la de este último al entrar a matar al sexto novillo de la función. Un triste final para una tarde que pudo y debió haber tomado otro camino bien diferente.El que sí se subió al carro del triunfo, o, mejor dicho, del triunfalismo fue Juan Miguel, que sorteó un lote de lío, sobre todo el cuarto, muy noble, y de dulces y enclasadas embestidas, al que el madrileño pegó pases templados e hilvanados, que no fueron suficientes para estar a la altura de tan buen antagonista.Pero como entró la espada le premiaron con una oreja, que, ya está dicho, no fue justo premio a los méritos contraídos por Juan Miguel, que, sin estar mal, tampoco estuvo tan bien.En su primero, que también fue cumbre, lo único que se le puede anotar a Juan Miguel fueron los ocho pases de rodillas engarzados con los que abrió una faena a la que le faltó armazón y mejor planteamiento, ya que nunca bajó la mano, no se hizo con la velocidad de la codiciosa embestida del utrero y también faltó limpieza.El que sí convenció fue el debutante Rafael Serna, y lo hizo por el sentido el temple que tiene, y el gusto y el buen estilo que también atesora. Es muy nuevo, sí, y se le ve que tiene aún cosas que pulir, también, pero las cualidades que ha dejado entrever en su presentación en la capital hacen presagiar un prometedor futuro.La manera de doblarse por abajo, cambio de mano incluido, en el prólogo de su primera faena fue una muestra de ello. Luego a la faena, aunque le faltara la unidad y la continuidad que tampoco tuvo el novillo en sus acometidas, sin embargo, contó con pasajes más que notables sobre ambas manos, aunque al final lo acabara echando todo por la borda al atascarse con los aceros.En el sexto volvió a encandilar Serna con otra faena condimentada con torería, cadencia y regusto. Qué bien torea este joven sevillano, torero con sello propio, artista y de mucha calidad. La mala suerte fue que al entrar a matar el novillo le cazó de lleno en el muslo derecho, tiñiendo de sangre su esperanzador debut en Madrid.El colombiano Guillermo Valencia sorteó en primer lugar un novillo que se movió pero soltando mucho la cara, y con el que no acabó de acoplarse en una faena sin relieve y excesivamente larga.El quinto fue más sosito, pero tampoco es que Valencia lograra poner esa chispa de más, quedando todo en otra anodina y discreta actuación de no haber sido por la cornada que se llevó en el escroto en la suerte suprema.
, domingo 12 de junio de 2016. Un quinto de plaza.
Novillos de
, excelentemente presentados y, aún con sus matices, de buen juego en conjunto. Destacaron primero y, sobre todo, el cuarto, ovacionado en el arrastre.
, ovación y oreja.
, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
, que debutaba en Madrid, silencio tras aviso y ovación que recogió la cuadrilla.
: "
".
: "
".