El toreo diferencial de Fabio Jiménez en la Maestranza

Manuel Viera

El nivel general de lo hecho fue muy bueno, sobre todo en los cinco muletazos diestros ligados y rematados, desvelando con ello una atractiva vena clásica. Un toreo muy logrado que constituyó lo mejor de la noche. Y es que Fabio Jiménez se mostró trascendente con el segundo novillo de Julio de la Puerta. Lo hizo con una forma de torear despacio y, sobre todo, por ese sello de indudable personalidad y demostrada pureza. Naturales profundos despaciosos de muleta templada y remates de pechos de alta nota.

Esto lo hizo con un novillo sin fuerzas, de sosas embestidas, que supo meter en las telas. Un utrero noble que cogió a la salida de un par de banderillas a José Gómez “El Topas” infiriéndole una cornada de 10 cm. en el triángulo de scarpa, de pronóstico grave. Fueron, después, diez minutos de una lidia hecha con gusto que incluyó enormes muletazos con la diestra, soberbios pases de pechos y un toreo al natural hondo y profundo. Fue faena de menores logros por las condiciones de al animal, aunque tuvo momentos de una sobria intensidad por lo diferencial de una tauromaquia que gusta y emociona. Finiquitó de estocada y la oreja concedida fue justo premio a lo hecho y visto.

Con parecido planteamiento dejó momentos emotivos con el quinto. Un novillo sin clase en sus embestidas y de molestó cabeceo con el que estuvo más que digno, llegando a conseguir una faena en zigzag en la que no faltaron perlas de un toreo hecho con la derecha con mostrada despaciosidad. Finura de estilo en el trazo del natural durante una lidia larga que no supo rubricar con la espada.

Una oreja le cortó también Valentín Hoyos al cuarto de la tarde-noche. Premio de distinto calado el conseguido por el diestro riojano, un novillo de escasa casta y de nobles embestidas al que el salmantino toreó hilvanando pases desajustados por otros al natural más profundos y templados. Faena desigual que supo firmar con una gran estocada que, por si sola, pudo valer el apéndice conseguido.

A portagayola se fue para recibir al primero, un novillo con peligro, de medias arrancadas con el que estuvo muy técnico y porfión hasta acabar la lidia en la proximidades de chiqueros donde lo tumbó de estocada.

Cristian González, lidio en tercer lugar un novillo muy parado, un novillo impresentable por su cuernos excesivamente gachos para una plaza de la categoría de la Maestranza. Hay que recordar que en el nuevo reglamento taurino ya no se permite el “desecho de tienta” en plazas de primera. Y este tipo de cornamentas no creo sean aprobadas en la faenas de campo para animales lidiados como toros.

El diestro de Salamanca que, como sus compañeros de terna, se presentó hoy como novillero en esta plaza, estuvo animoso con el capote y templadito con la muleta durante una faena de muchos pases que calaron muy poco en los tendidos. Descastado fue también el sexto, aunque fue de largo por dos veces al caballo, El resultado una lidia discontinua con algunos naturales de buen trazo y otros pases en redondo sin emocionar. Se paró el utrero y se acabó el toreo. A ambos los pinchó.