El novillero Marcos Linares ha cortado este domingo una oreja en la quinta y última novillada de la XLVII Feria del Zapato de Oro, de Arnedo (La Rioja), en la que se ha vivido una tarde sin historia.

Algo más de un cuarto de entrada. Novillos de Talavante serios por delante. El primero se paró pronto, deslucido. El segundo distraído, sin clase ni celo. El tercero noble y repetidor. Tardo y deslucido el cuarto. Mansurrón, huidizo y aquerenciado el quinto. Sexto con geniecillo y repetidor.

Jorge Martínez, silencio tras aviso y silencio tras aviso.

Álvaro Alarcón, silencio tras aviso y silencio.

Marcos Linares, silencio tras dos avisos y oreja.

Jorge Martínez ha estado dejando buenas maneras ante un parado y deslucido animal. Ha jugado bien las manos por naturales y todo de uno en uno. Muy parado y protestón el novillo, encima mató mal.

En su segundo, un novillo también serio, no se ha podido estirar en el capote y, tras probaturas, ha dejado tres en redondo tirando mucho del de Talavante. Ha dado pases sin conexión, dejando buenos momentos, todo de uno en uno, ni siquiera sonó la música. Ha insistido mucho ante un novillo tardo y que protestaba mucho.

Álvaro Alarcón, quien venía de Madrid con una cornada que sufrió ayer, se ha encontrado con un lote con el que no ha podido hacer nada. El primero ha sido un novillo huidizo y con él ha dejado series bien ligadas y rematadas por el derecho. Menos armónico ha estado al natural. Era un novillo sin celo, lo sujetó entre las telas siempre porque el novillo quiso irse y era distraído. Estocada al encuentro.

El quinto era un novillo que no tenía ningún son. Le han dado una inmensidad de capotazos antes de que él cogiera la muleta. Se ha justificado sin más por el derecho. Era un novillo muy aquerenciado a tablas, el novillero ha estado muy digno pero a la gente le pesaba mucho la tarde.

Marcos Linares ha dejado buenas maneras, ha toreado muy bien, haciendo bien la escuadra, doblándose y rematando bien en largo, entendiendo bien las distancias en su primero.

El último de la tarde ha sido un novillo alborotado en los primeros tercios, con el que ha sacado un inicio muy prometedor. Se le ha visto relajado y puesto. El novillo, que era desclasado, ha humillado y repitiendo, sin excesiva calidad pero tragándose los muletazos. Ha estado toda la tarde muy despegadito y la gente le ha pedido una oreja.