Roca Rey mostró un gran toreo en el tercer toro, un excepcional animal que le permitió comenzar la faena por estatuarios y toreando después muy largo, poniendo al público en pie. Le bajó la mano por ambos pitones y 'Monótono' no se cansaba de embestir, incluso cuando el peruano acortó distancias. Enseguida salieron los pañuelos entre el público pidiendo el indulto del bravo toro.

El sexto fue algo más complicado, pero Roca Rey lo fue haciendo poco a poco, acortando terrenos y metiéndose entre los pitones, exhibiendo un gran valor.

Juan Ortega pudo cortar las dos orejas al quinto toro de la tarde después de una excelsa faena de sabor, gusto y temple. No se puede torear más despacio, ni con mayor belleza y pinturería. Por bajo, con clase, relajado, sin forzar la postura. Inolvidable faena del trianero que quiso asegurar con una estocada.

En su primero toreó de dulce por verónicas meciendo el capote y bajando las manos. Con la muleta dejó una faena de sabor que no pudo rematar con la espada.

El linarense Curro Díaz cortó una oreja a cada uno de sus toros después de dos faenas basadas sobre el pitón derecho. Se pudo gustar más con su primer oponente, que le permitió derrochar el gusto que desprende su toreo. En su segundo, un buen toro de Santiago Domecq, la faena fue algo más irregular pero un buen estoconazo le permitió arrancar la oreja que le abría la puerta grande.