Puerta Grande para Ismael Martín y El Fandi en tarde triunfalista en Burgos

Pepe Estévez

Los diestros Ismael Martín, que ha cortado tres orejas, y El Fandi, que obtuvo dos trofeos, han sido los triunfadores de la tercera corrida de abono de la feria de San Pedro y San Pablo en Burgos, en una tarde en la que el tercer espada, Manuel Escribano, sumó también un apéndice.

Sin embargo, el abultado botín de trofeos, con un dadivoso palco, no refleja lo acontecido en el ruedo; fue una tarde a todas luces triunfalista con un cartel de toreros banderilleros muy del gusto del respetable, aunque los espadas protagonizaran y compartieran tercios de rehiletes con desigual acierto.

El Fandi anduvo fácil y con oficio en un trasteo vulgar ante un toro, el primero, con genio y que soltaba la cara. El granadino aprovechó la inercia en su embestida para robarle pases en una labor en la que primó la cantidad sobre la calidad.

El cuarto embistió con recorrido y profundidad en la muleta, tomándola por abajo. El Fandi se lo dejó venir en la larga distancia sacando los mejores pasajes sobre la diestra ante un animal que, así y todo, acabó aburriéndose, llegándose a echar.

Escribano lanceó con suavidad al segundo, también en un quite por chicuelinas y tafalleras. Tras la apertura de faena con cambiados por la espalda, Escribano llevó a cabo una faena voluntariosa, variada y superficial, en la que no terminó de exprimir el excelente pitón izquierdo del de Juan Pedro, que embistió de dulce para hacer el toreo al natural.

Con un picotazo en el tercio de varas se cambió al quinto, como a casi toda la corrida. Escribano protagonizó el mejor tercio de banderillas de la tarde, destacando el último par, un quiebro por los adentros, muy pegado a tablas. Hubo temple y ligazón en el toreo del de Gerena, firmando buenos naturales a otro 'juampedro' de gran nobleza. La faena tomó derroteros efectistas en el tramo final antes de echarlo todo a perder con la tizona.

Ismael Martín se salió casi a los medios lanceando a la verónica con facilidad al tercero, abrochando el recibo con una media de rodillas. Accidentado inicio de faena con un volatín tras un cambiado por la espalda y un desarme, afligiéndose en su embestida el astado, aunque resultó manejable.

Pudo más el corazón que la cabeza en la entregada labor de Ismael Martín, quea puso firma a un vibrante trasteo pero sin estructura. Muy ajustadas las bernadinas en el epílogo. Contundente espadazo, resultando excesivo el segundo trofeo.

Muy torero fue el recibo a la verónica rodilla en tierra de Martín al que cerraba plaza. Vibrante tercio de banderillas, llegando mucho al tendido. El torero de Cantalpino firmó un trasteo enfibrado pero falto de limpieza con un toro desclasado.