sevilla - 2ª de abono
Oreja para Lama de Góngora y desfondada corrida de Fuente Ymbro
El sevillano le cortó la única oreja de la tarde a una descastada y parada corrida de Ricardo Gallardo. Calerito y Manuel Navalón dieron una vuelta al ruedo.

Sevilla, domingo 27 de abril de 2025. Oreja para Lama de Góngora
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Manuel Viera
La emoción se sintió en cada segundo del largo minuto de silencio tras el paseíllo recordando al gran torero Alfonso Ordóñez, fallecido en el amanecer del día que comenzó el ciclo continuado de Feria de Abril. Asesor en el palco presidencial en las últimas décadas, desde hoy verá y asesorará en ese otro palco celestial en las alturas ganado con todo el merecimiento de un hombre bueno y un excelente torero que se vistió de plata para hacer el toreo de oro.
Después, cada uno de los ilusionantes diestros acartelados se adentró por los vericuetos de la verdad. Pero cada uno lo hizo imprimiendo su característico sello personal. De ahí el interés de las distintas lidias, que no llegaron a alcanzar el preciado objetivo del triunfo rotundo. Y no fue porque no lo buscaran, sino por la falta de poder de la astifina y seria corrida de Fuente Ymbro. Unos toros muy bien presentados, pero faltos de casta y fuerza. El tercio de varas fue un simple simulacro reglamentado que, pese a ello, no evitó que se desfondaran en los prolegómenos de faenas. Sólo el cuarto mostró la calidad de su embestida, aunque, igual que todos, llegó al ultimo tercio de la lidia como alma en pena.
Hubo momentos de interés en la faena al cuarto, aunque el resultado quedó por debajo de la intenciones de un Lama de Góngora que mostró un valor innegable y una actitud intachable. Con su fluir elegante y natural dejó muestras de infinidad de detalles, a derecha e izquierda, de notable calidad. Se hizo evidente que el sevillano imprimió a su lidia grandeza de concepto, sentimiento y belleza. Un toreo que quiso ensalzar sus valores y la excepcionalidad de quien lo interpreta. Una estocada dio pie a la concesión de una oreja que ojalá le sirva para mucho en el más inmediato futuro.
También lució el capote a la verónica con el primero, un complicado toro sin fuerza y a la defensiva con el que intentó faena de todas las maneras sin conseguir más que una encomiable actitud por conseguir el triunfo. Le entró la espada y saludó desde el tercio a los aplausos del público.
El concepto de Calerito, de clara voluntad clásica, se reafirmó en una expresividad capaz de resaltar el pulso y la ligazón, alcanzando una dimensión notable en alguno de los naturales hilvanados en la lidia del quinto. Una faena que no pudo crecer en los intentos con la derecha al torear a un toro parado. Por dos veces fue cogido causándole un traumatismo a nivel de la rodilla derecha pendiente, aún, de estudio radiológico complementario para determinar el alcance de la lesión. Consiguió la estocada en segundo intento y dio una vuelta al ruedo.
Con el segundo solo pudo lucir en los lances con capote al inicio de la lidia. . Después toreó despacio con la derecha con muletazos de clara expresividad. Con la izquierda el toro se le paró, Fue muy feo el primer espadazo y mejor el definitivo con el que lo mandó al desolladero.
Samuel Navalón fue todo voluntad. Por dos veces se fue a la pueta de chiqueros para recibir con larga cambiada de rodillas ambos toros. Ambas portagayolas fueron limpias y emotivas. Incluso fue largo el tercer toro al caballo en el primer puyazo para después volver a las andadas. La segunda vez no se picó. Pues ni por esa el descastado animal aguantó la lidia. El valenciano sacó meritorios muletazos con la derecha para dejar de embestir cuando se echó la muleta a la izquierda. Tras introducir la espada dio la vuelta al ruedo.
Alcanzó momentos de estimable ajuste en los prolegómenos de faena al sexto, aunque las calidades de los trazos fueron diversas. De todas formas, demasiado pronto el toro se le paró y ahí acabó todo. Para colmo lo pinchó.