El pintor madrileño César Palacios, uno de los personajes más populares y habituales de la plaza de toros de Las Ventas, bien tomando apuntes desde el tendido o ejerciendo como arenero, ha fallecido hoy en Madrid a los 84 años, tras una larga enfermedad.

Palacios, nacido el 1 de septiembre de 1937, en pleno acoso de las tropas nacionales a la capital durante la Guerra Civil, comenzó a frecuentar los tendidos de la recién inaugurada plaza monumental desde muy niño, por la amistad de su padre con Paco Parejo, mayoral del coso y a la sazón cuñado de Antoñete, el famoso diestro del mechón blanco.

A los 25 años de edad, Palacios entró a formar parte de la nómina de Las Ventas, como portero y acomodador, hasta que en la temporada de 1974 pasó a ejercer como arenero, adecuando el ruedo tras cada lidia, función en la que permaneció hasta 1999 y en la que se hizo inconfundible entre los aficionados por sus pobladas patillas goyescas.

Apasionado de la pintura, cursó diversos estudios en la Real Academia de San Fernando y en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, iniciando desde muy joven una ingente obra que incidía siempre en el expresionismo de óleos y acuarelas basados casi siempre en escenas del toro bravo, en el campo y en la plaza y con las que protagonizó más de sesenta exposiciones.

También fueron muy conocidos los miles de apuntes a carboncillo, rotulador y bolígrafo que tomaba desde el mismo burladero de areneros de Las Ventas, y con los que colaboró en varios medios de comunicación, como la revista "El Ruedo", e ilustró una larga lista de libros y hasta barajas de cartas, en una labor en conjunto que le valió varios premios incluso internacionales.

Tras ver reflejada su última gran obra en el cartel de la corrida goyesca celebrada en Madrid el 2 de mayo de 2018, la Comunidad de Madrid, en homenaje a su trayectoria, descubrió una placa en el patio de caballos de las Ventas, con el siguiente lema: "La Comunidad de Madrid, a César Palacios Romera, por una vida dedicada a tu plaza monumental de Las Ventas".