Castella llevó a cabo una primera faena nada más que aseada con un toro que tampoco aportó nada. Se juntó el hambre con las ganas de comer, de ahí la escasa emotividad de la labor del francés, que, además, no anduvo fino con la espada.

Con el cuarto, en cambio, sí mostró una gran dimensión Castella ante el mejor toro de la corrida, y al que toreó largo y templado, con hilván y ajuste en tandas muy bien compactadas sobre ambas manos. La espada esta vez fue su aliada y para él fueron las dos orejas.

Manzanares se estrelló en primer lugar contra un inválido que a la mínima perdías las manos, y con el que fue imposible sacar nada lucido. El quinto tuvo mejor son, aunque tampoco estuviera sobrado de raza, y el alicantino puso toda la carne en el asador para cortar las dos orejas, un triunfo amable y en el que contó mucho la condescendencia de sus paisanos.

Roca Rey puso ambiente de frenesí con su primero, un buen toro de Juan Pedro Domecq con el que se mostró muy rotundo y autoritario en una labor de altos vuelos sobre ambas manos. La plaza vibró con él, que cerró faena en la distancia corta y con alardes de tremendo valor, arrucinas incluidas. Le pidieron con fuerza las dos orejas, pero el usía, incomprensiblemente, dejó el premio en singular.

El sexto se quedaba corto y se mostró remiso a la pelea. El que si quiso, sin embargo, fue Roca Rey, que hizo un gran esfuerzo para imponerse a su oponente en una labor de cercanías y muy emocionante. Para él fue otra oreja que le abría la Puerta Grande junto a sus dos compañeros de cartel.

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FICHA DEL FESTEJO 

Alicante, sábado 22 de junio de 2019. 2ª de Feria. Lleno de No hay billetes.

Toros de Juan Pedro Domecq, de aceptable presentación, nobles, bajos de raza y de juego desigual. Tercero y cuarto fueron los mejores.

Sebastián Castella, ovación y dos orejas.

José María Manzanares, ovación y dos orejas.

Roca Rey, oreja con petición de la segunda y oreja tras aviso.