El matador de toros de Cehegín (Murcia) Antonio Puerta se encerrará con cuatro astados de la ganadería albacetense de Daniel Ruiz en la corrida que se celebrará el 27 de junio en su localidad natal y que, previsiblemente, será la primera que se celebre en la Región tras la declaración de pandemia.

El cartel ha sido presentado este jueves en el Museo de Bellas Artes de Murcia durante un acto en el que el director general de Administración Local, con competencias en materia taurina, Francisco Abril, ha dicho que se espera poder autorizar un aforo de un tercio del coso, lo que cree alcanzable si la evolución de los contagios arroja resultados positivos, como los de los últimos días.

José Muñoz, gerente de la empresa organizadora del festejo, Tauromagia, ha explicado que se adoptarán todas las medidas fijadas por las autoridades sanitarias para combatir el virus, con la dispensación de gel hidroalcohólico, la toma de temperatura a los asistentes y la obligación de cumplir con el distanciamiento.

Así, ha añadido, las puertas de la plaza se abrirán dos horas antes del inicio del festejo, fijado para las 19:30 horas, además de que se contará con cuatro accesos para evitar aglomeraciones.

En cuanto al importe de las localidades, ha dicho que habrá una entrada general, al precio de 25 euros, y otra de 22 para pensionistas y miembros de asociaciones y peñas taurinas.

En el acto han intervenido también la alcaldesa de Cehegín, Alicia del Amor, que ha ofrecido su total colaboración a los organizadores del festejo, y el artista Nicolás de Maya, que ha realizado el cartel anunciador.

Puerta ha declarado que lleva cuatro años sin torear en la Región de Murcia, por lo que esta corrida de toros supone para él cumplir una ilusión y, al mismo tiempo, una gran responsabilidad, porque su mayor deseo es estar a la altura que se espera de él.

Y ha añadido que desde que se cerró el cartel, en el que se ha trabajado durante varios meses, siente unas "hermosas sensaciones" ya que supone volver a los ruedos, para lo que no deja de prepararse día tras día y sin desfallecer en ningún momento.